La Universidad Politécnica de Madrid (UPM), la Universidad de Alcalá (UAH) y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), han puesto en marcha un proyecto destinado a la salud de los más pequeños. Se trata de unos juguetes con chips incorporados que son capaces de detectar problemas precoces de movilidad en los niños.
La detección precoz es muy importante ya que hay determinadas dificultades motoras que pueden ser señales de alerta para otro tipo de patologías futuras. Por ello, las tres universidades están trabajando en varios juguetes inteligentes aptos para descubrir posibles problemas. El más destacado de todos, para el que ya se está tramitando una patente, es una torre de cubos en la que se han instalado sensores que miden el tiempo en movimiento, la velocidad, aceleración y las agitaciones producidas al mover los cubos cuando se está construyendo dicha torre.
Con todos estos datos, más un análisis exhaustivo y su observación, permite a los expertos ver si existe algún tipo de problema o dificultad motora en los niños. Concretamente, este primer juguete está destinado para los menores entre 2 y 3 años.
También existen otros juguetes como el sonajero, para bebés de hasta doce meses, que llevan incorporados sensores relacionados con la presión y la aceleración. El juego de las espigas está prescrito para niños de entre 4 y 5 años, que deben ser capaces de meter palitos en un agujero, y la pelota es más idónea para niños de 5 y 6 años.
Según explica el portavoz del proyecto en la UAH, Bernardo Alarcos, “en todos los casos se trata de juguetes que se utilizan en las escalas estandarizadas de cualquier consulta psicopedagógica para evaluar el desarrollo del niño, pero también son muy habituales en cualquier entorno de juego, como la escuela infantil, un parque o la propia casa”.
Es muy importante que estas observaciones y valoraciones se realicen en un entorno cercano al niño ya que si no los valores podrían verse alterados. Por el momento, el proyecto se está llevando a cabo en tres escuelas infantiles (una en Alcalá de Henares y dos en Madrid), con 60 niños de edades comprendidas entre los 2 y los 6 años.
Hasta la fecha, el proyecto financiado por el Programa Estatal de Investigación, Desarrollo e Innovación orientada a los Retos de la Sociedad, del Ministerio de Economía e Industria, está muy avanzado y, cuando este acabe, se planea crear un sistema más elaborado que ayude al experto a avanzar en la búsqueda de un diagnóstico precoz.