La utilización de los perros como una herramienta más para cazar es un tema del que poco se ha hablado en los medios de comunicación y del que poco se sabe. Lo cierto es que, durante la temporada de caza, los cazadores, se valen de los perros, en especial galgos y podencos, para conseguir sus fines. Pero, una vez finalizada la temporada se deshacen de ellos sin ningún pudor ni contemplación, recurriendo incluso al maltrato y abandono. La situación de los animales es tan delicada, que los activistas en pro de los animales lo han denominado como un problema social.
España es uno de los pocos países, el único de Europa, que permite la caza con perros. Ya en varias ocasiones diversos grupos de activistas en defensa de los animales han reclamado la falta de regulación que se tiene ante este tema.
La situación se ha tornado grave pues está presente en varias regiones de España, donde más inciden los casos es en Andalucía, Castilla La-Mancha, Castilla y León, y Aragón. Las principales razas víctimas de la caza con perros son los Galgos y los Podencos, en parte debido a la velocidad con la que pueden correr, característica que hace predominar a estas razas con respecto al resto.
En el año 2015, la ONG SOS Galgos, publicó un estudió en el cual se afirma que cada año 50.000 galgos son abandonados tras la culminación de la temporada de caza.
En protesta a esta realidad, cada año personas, desde el 2010, se reúnen y convocan concentraciones para expresar su desacuerdo y repudio ante el hecho, y para ganar notoriedad y concientizar a la sociedad de la situación por la que pasan los animales que son comprados desde cachorros para tales fines. El pasado 5 de febrero se llevó a cabo en Madrid una de estas concentraciones.
La concentración, a la que acudió al menos un centenar de personas que en muchos casos decidieron ir acompañados de sus perros, inició en la Puerta del Sol, hizo un recorrido en donde las personas participantes con llamativas pancartas y consignas como “no son perros de caza, sino de casa”, se hicieron notar, y finalizó en la Plaza de Cibeles frente al Ayuntamiento de Madrid.
No a la caza en la capital y en otras 24 ciudades españolas, fue la plataforma encargada de convocar la manifestación este año. Su portavoz, David Zurdo, alzó la voz para recriminar el abandono en “condiciones de barbarie” en el que se ven envueltos miles de perros tras la culminación de la temporada. Así mismo manifestó su postura en contra de la venta de mascotas, alegando que es ilícito el negocio que se crea alrededor de la cría canina. Los perros no son cosas, ni útiles ni herramientas, son seres vivos que sienten y padecen y a los que tenemos que proteger y cuidar, bien sean cachorros o adultos.