Ignacio Echeverría es un ejemplo. Un ejemplo de valentía, coraje y solidaridad; características que solo tienen aquellos elegidos para hacer de este mundo un lugar mucho más justo y tolerante. Es un ejemplo de bondad, pues solo las buenas personas son capaces de arriesgar su vida, su corta vida, por ayudar a los demás, por entregarse al servicio, por levantar la voz contra las injusticias, por defender al débil, por creer en el ser humano.
La muerte de este joven español nos sobrecogió el corazón pero nos llenó de orgullo su actitud valiente y decidida. En lugar de huir y proteger su vida, se enfrentó cara a cara con la sinrazón y la barbarie.
La actitud de Ignacio salvó la vida de otros, a los que no conocía ni se había tomado un café con ellos; a los que no saludaba cuando les veía por la calle por no conocerles, a los que ni siquiera había mirado a los ojos nunca; pero les regaló su vida. La vida es lo más valioso que tenemos, despertar cada mañana, ver a nuestros hijos crecer, ver a nuestro país avanzar… Ignacio renunció a todo esto por hacer el bien, por ser un buen ciudadano, por ser un español ejemplar. Renunció a sus sueños por salvar los de otros.
Ignacio se ha ido pero nos queda su ejemplo. No ha muerto en vano, su nombre ha dado la vuelta al mundo, los medios internacionales han elogiado su valor, las ciudades le rinden homenajes y los ciudadanos le dedican minutos de silencio. Su reacción ante la injusticia y el terror debe ser recordada como un referente de vida para todos.
Qué menos que dedicar un espacio dentro de nuestra ciudad a quién nos ha enseñado tanto. Un lugar donde recordar sus valores y enseñar a nuestros jóvenes la actitud que hay que tener ante el terror. Desde Cs en Torrejón de Ardoz hemos propuesto dedicar el Skate Park de nuestra ciudad a Ignacio Echeverría: para que inspire a todos los que acudan allí, para que impregne el deporte de todos los valores que nos ha enseñado. En el deporte como en la vida, debe imperar el valor, el coraje y la generosidad. No tener miedo de los obstáculos sino afrontarlos y superarlos; que Ignacio fuera deportista no es una casualidad. Era un luchador nato que se enfrentaba y sabía sortear los obstáculos con su monopatín. También lo hacía en su vida, cuando decidió marcharse a vivir a Londres buscando un futuro mejor a pesar de las dificultades y por supuesto, no dudó en hacerlo esa terrible noche, aunque le costara la vida.
Un ejemplo que desde las administraciones públicas debemos proteger y compartir con nuestros vecinos. Tenemos que promover e incentivar estos valores que construyen sociedades más justas y libres. Un ejemplo para todos.