La serie inglesa Black Mirror ya cuenta con fieles seguidores, a pesar de no causar tanto revuelo como Juego de Tronos, tiene unos cuantos, millones, de fans que consumen con ansias cada capítulo. La serie que trata el tema de la tecnología ya goza de 3 exitosas temporadas y está disponible en Netflix.
El argumento principal es la tecnología, en especial la del futuro, esa que todos esperamos con ansias y parece no llegar nunca pero que sin darnos cuenta ya estamos empezando a utilizarla con desenfreno, sin percatarnos del mal uso que le damos a esta, y sin medir las consecuencias tan dañinas y perjudiciales que pueden recaer sobre nosotros mismos.
Las 3 temporadas están compuestas de 4 a 6 capítulos cada una. Cada capítulo es una historia nueva y no existe un hilo conductor entre un capítulo y otro, o entre una u otra temperada, por ello se puede ver fácilmente salteando los capítulos a vuestra preferencia.
Lo que más impresiona de esta serie es lo bien hecha que está, en cuanto a guion, actuación, escenografía y montaje. La serie es capaz de tele transportar al espectador a un mundo paralelo donde en un principio la vida es muy similar a la nuestra, pero en donde el uso de la tecnología se potencia hasta llegar a límites en donde no éramos capaces de imaginar. Límites que están ya rompiéndose en nuestra realidad, pero a un ritmo más lento, y sin que nosotros mismos seamos conscientes de ellos. Es por ello que la serie busca hacer un llamado de atención y alertar a la sociedad sobre los peligros de las nuevas tecnologías y en especial del mal uso que se les dé a estas, también nos abre una luz hacia el nuevo mundo al que nos estamos dirigiendo con esta revolución tecnológica, donde se deja tanto espacio a los dispositivos electrónicos que la felicidad propia del ser humano queda relegada a un espacio ínfimo.
Las redes sociales también aparecen como protagonistas de varios capítulos, en estos se muestra lo fácil y rápido en que un video se puede convertir en viral, haciendo, en ocasiones, que nuestra integridad física y moral quede dañada significativamente, demostrando una vez más, no como van a cambiar las relaciones humanas en el futuro, si no como ya han cambiado. Sin duda es una serie que no tiene desperdicio ninguno.