Un informe publicado recientemente en la revista ‘American Journal of Tropical Medicine and Hygiene’ alerta de la venta a nivel mundial de fármacos fraudulentos.
Aunque el problema salió a la luz por primera vez en 1985, la falta de medidas y la aparición de Internet, que ha eliminado las barreras en el mercado, han provocado que la venta de medicamentos falsos haya aumentado en los últimos años de manera preocupante. Tal y como ha señalado Tim K. Mckey, responsable del informe, “nadie tiene una idea de cómo de grande es el problema”.
Durante el periodo del estudio, de 2009 a 2011, se descubrieron alrededor de 1500 muestras de fármacos fraudulentos. Algunos de ellos no cumplen con la información que aparece en su etiquetado, porque no contienen todos los componentes anunciados o porque no han pasado los controles de seguridad, y otros, directamente, carecen de principios activos.
En España este problema no es tan grave como en otros lugares del mundo, puesto que la distribución de medicamentos se hace de manera completamente legal. No obstante, cada vez son más los casos de compras a través de Internet de fármacos que en la mayoría de ocasiones no cumplen con lo que el usuario cree estar adquiriendo.