Mayo es un mes amuleto para muchas de las personas que integran la Ahora Madrid y que pronto tomarán su acta de concejal. Hace cuatro años muchos participaban activamente en el movimiento 15M. El año pasado, 2014, se acostaron del día 25 gritando Sí Se puede, sorprendidos por la fuerte irrupción de Podemos. Y hoy confirman su asalto al Ayuntamiento.
El movimiento quincemayista fue el que unió a muchos de los que hoy son compañeros de batallas en Ahora Madrid. Gente como Guillermo Zapata, Rita Maestre, Pablo Soto, ahora concejales in pectore, participaron activamente en las concurridas manifestaciones convocadas por Democracia Real Ya y Juventud sin Futuro que desembocaron en el 15M.
Fue entonces cuando ellos y decenas de personas más se empezaron a organizar en asambleas. Pero, tras varios años prolongados de crisis y recortes, fue la llegada de Podemos hace justo un año –con cinco eurodiputados– el revulsivo perfecto para pasar de la indignación a promover una alternativa electoral potente al bipartidismo.
Un día antes de los comicios europeos, hace hoy justo un año, unas 60 personas pasaron el día discutiendo la posibilidad de organizarse para llegar al poder. Acudieron gentes de varias asambleas del 15M, algunos círculos de Podemos, militantes de base de IU y colectivos feministas, ecologistas, de economía social y de vivienda.
Pero fueron las entidades Alternativas desde Abajo, En Red, Movimiento por la Democracia, Traficantes de Sueños, Oficina Precaria, Auditoría Ciudadana de la Deuda, Tabacalera y Patio Maravillas, con un apoyo de la Fundación de los Comunes y Observatorio Metropolitano, las que llevaron la voz cantante.
Esta reunión se consolidó y el proceso fue recogiendo adhesiones y avanzando en su cometido municipalista hasta mutar en el denominado Movimiento por la Democracia. El documento Carta por la Democracia plasma su hoja de ruta y reúne «las principales demandas que, como ciudadanía», han puesto «encima de la mesa en los últimos años».
El 28 de junio celebraron el primer plenario abierto a la ciudadanía con el nombre de Municipalia, en el que ya estaban el exdirigente de Podemos, Juan Carlos Monedero; la coportavoz de Equo, Inés Sabanés; y el entonces concejal de IU Jorge García Castaño.
Un mes más tarde cambiaron el nombre por el de Ganemos Madrid, siguiendo la estela de Guayem Barcelona, que siempre ha ido un paso por delante que su homólogo madrileño. Desde el Observatorio Metropolitano de Madrid, formado por activistas y profesionales de distintos ámbitos y comandado por Pablo Carmona, fueron articulando las principales líneas de transformación con el objetivo claro: presentarse a las elecciones municipales.
Después del verano, Ganemos Madrid empezó a celebrar talleres y plenarios algunos fines de semana, con un ojo puesto en Podemos, un partido que en su asamblea de octubre aprobó unos estatutos en los que renunciaban a presentarse a las elecciones municipales con marca propia, apostando por candidaturas o agrupaciones de electores con unas determinados requisitos.
Durante ese tiempo de espera se fueron incorporando a Ganemos –Equo estuvo desde el principio– Por un Mundo más Justo, colectivos vecinales, asociativos, animalistas y feministas. Además, a finales de año ganaron por amplia mayoría Tania Sánchez y Mauricio Valiente como candidatos de IU a la Presidencia regional y a la Alcaldía. En su programa llevaban el deseo de convergencia con otras fuerzas para constituir un frente amplio en Madrid.
Por fin, a principios de año Podemos eligió como secretario local a Jesús Montero. En principio reticente a pactar con «platos precocinados», en referencia a Ganemos, acabaron formalizando una unión endeble al principio pero ahora bastante sólida.
Podemos Madrid y Ganemos Madrid se comprometieron a participar de igual a igual en el proceso, algo que fue criticado por el aparato de IU-CM. Es decir, que ambos tenían el mismo peso, con consejeros mixtos en todos los órganos de organización de la plataforma electoral.
El acuerdo estuvo a punto de romperse a finales de febrero, ya que a un parte de Podemos no le gustaba el modelo de primarias de Ganemos, que eran más ponderadas y menos plancha que el de Podemos, que finalmente cedió en este punto.
Resuelto este frente, Ganemos+Podemos oficializaron su unión a través de un partido instrumental llamado Ahora Madrid. Se alejaban de la coalición de partidos (como Guayem) y de la compleja agrupación de electores.
Pero el nombre de Ahora Madrid nació al principio asociado, muy a pesar de sus integrantes, con el de Mauricio Valiente quien, desafiando a su partido, apostó por la convergencia con Ganemos. Finalmente, no consiguió llevarse al partido pero él y un nutrido grupo acabaron dejando IU como requisito para presentarse a las primarias del partido instrumental.
Mientras tanto, Tania Sánchez abandonó también la coalición de izquierdas para constituir Convocatoria por Madrid, una plataforma de convergencia de unidad popular a nivel regional formada por exmiembros de IU, Equo, Por un Mundo Más Justo y la parte crítica del PSOE Ganar Madrid, entre otros miembros. Algunos de ellos han acabado en las listas de Ahora Madrid y en las de Podemos a nivel regional como independientes.
Estas tensiones han creado un cisma grave en Izquierda Unida, ya que una de las perdedoras de las primarias locales, Raquel López, amparada por el aparato de IU-CM, fue elegida nueva candidata a la Alcaldía, sin contar con el aval del candidato nacional de IU, Alberto Garzón, que no la ha dado el visto bueno ni se ha reunido con ella en campaña.
EN BUSCA DE SU CANDIDATA
Tras reunir toda las piezas, y alejados ya del lío interno de otros partidos, Ahora Madrid tenía otro problema. No contaba en la capital con una cabeza de lista con carisma Ada Colau que tirara de la candidatura. Por eso, antes de las primarias, Jesús Montero se puso manos a la obra para buscar a su hada madrina.
El secretario local de Podemos tenía desde el primer momento en la cabeza el nombre de la exmagistrada Manuela Carmena, a quien conocía desde joven. Fue Javier Barbero, número 18 de la lista, la que en su nombre intentó convencerla sin éxito. Le llamó hasta el líder de Podemos, Pablo Iglesias, al que también dijo que no.
Carmena se había jubilado y regentaba una tienda de ropa solidaria. No tenía ganas de meterse en ese «follón», como ha reconocido en algún encuentro ciudadano. Pero tras ver una película sobre la lucha de las mujeres y enterarse de que Esperanza Aguirre iba a ser la candidata del PP, cogió el teléfono y comunicó que aceptaba la oferta.
Manuela Carmena encabezó en el proceso de primarias la candidatura apoyada por el Consejo Ciudadano de Podemos y un gran sector de Ganemos. En ella integraba personas independientes como Nacho Murgui, gente de Ganemos, ex de IU como García Castaño, y a Rita Maestre y Pablo Soto como personas de renombre de Podemos.
Compitió junto a la lista alternativa de Pablo Carmona, compuesta por críticos de Ganemos y de Podemos (del sector de Miguel Urbán) y con la lista de Mauricio Valiente A por ellos, entre otras menos relevantes.
Tras el proceso de primarias de un partido con más participación de historia de la capital, Carmena ganó con una apabullante mayoría. Sin embargo, y ante la sorpresa de muchos, Valiente se colocó en cuarta posición (tercera en número de votos) e Inés Sabanés en la tercera.
Nacho Murgui, hasta el momento presidente de la Federación Regional de Asociación de Vecinos de Madrid, se mantuvo en el segundo puesto y Rita Maestre quedó en el quinto debido a los votos de los ciudadanos que quisieron participar. Con este plantel comenzó la campaña electoral y el efecto Manuela Carmena con ella.