El 50 por ciento de los madrileños buscan, con la crisis económica, viviendas más pequeñas, el 39 por ciento prescinde de servicios comunitarios (piscina, zonas de recreo, jardines) y casi tres de cada diez opta por zonas peores.
Así se desprende del estudio La demanda de vivienda en España, cambios tras la crisis, elaborado por Casaktua a través de más de 1.100 entrevistas realizadas en todo el territorio nacional.
Siete de cada diez españoles viven en un piso, la residencia más habitual en España. Le siguen, a bastante distancia, el dúplex o chalet adosado (12,5 por ciento), los chalets independientes (10 por ciento) y los apartamentos de un dormitorio (5 por ciento).
El piso sigue siendo el rey, también para aquellos que pretenden mudarse próximamente. Aunque se observa un descenso en su demanda, pues el 47 por ciento afirma estar buscando piso, porcentaje que sube hasta el 53 por ciento en el caso de los madrileños.
En cambio, los apartamentos ven triplicar su atractivo, pasando del 5 por ciento actual al 18 por ciento. Porcentaje que sube en el caso de los solteros y entre las personas que residen en localidades de entre 200.000 y un millón de habitantes.
En la actualidad, a nivel nacional el 77 por ciento de los encuestados vive en una casa en propiedad y el 23 por ciento restante en régimen de alquiler. Desde que comenzó la crisis, el porcentaje de gente que optó por alquilar antes que comprar ha pasado de ser de un 6,4 por ciento a un 40 por ciento.
El 47 por ciento de los madrileños (un 5 por ciento más que la media nacional) está pensando en mudarse a una nueva vivienda a corto o medio plazo (31 por ciento en propiedad y un 16 por ciento en alquiler). La compra sigue siendo la opción mayoritaria entre las familias, las parejas sin hijos y los solteros. Sólo las familias monoparentales prefieren alquilar antes que comprar.
De ese 16 por ciento de madrileños que busca una nueva vivienda en régimen de alquiler, muy pocos lo hacen por convicción: ocho de cada diez afirman decantarse por el alquiler porque no les queda más remedio, alegando en su mayoría motivos económicos.
Un 53 por ciento de los encuestados en la Comunidad de Madrid no está buscando una nueva vivienda. De ellos, ocho de cada diez afirman tener bien cubiertas sus necesidades habitacionales pero existe un 18 por ciento que está descontento con su casa.
Los motivos para no cambiarse pasan por la inestabilidad laboral (34 por ciento), no poder pagar la casa que necesita (33 por ciento) o no tener acceso a la financiación (27 por ciento).
En el caso del alquiler, el 60 por ciento de los españoles cuenta con un presupuesto inferior a los 400 euros, porcentaje que desciende hasta el 38 por ciento en el caso de los madrileños. Sólo un 3,8 por ciento en la Comunidad de Madrid destinaría más de mil euros a este concepto.
De los que optan por la compra, un 28 por ciento sólo está dispuesto a pagar entre 50.000 y 100.000 euros (el tramo de precio más frecuente), y otro 26 por ciento, entre 100.000 y 150.000. En el caso de los madrileños estos porcentajes son del 24 por ciento y el 35 por ciento, respectivamente.
Menos del 5 por ciento del total puede superar los 300.000 euros, mientras que en el lado contrario, casi el 7 por ciento tiene como límite los 50.000 euros, un 4 por ciento en ambos casos en la Comunidad de Madrid.
En la Comunidad de Madrid, el 39 por ciento de los que quieren cambiar su residencia habitual ha empezado este 2015, el 21 por ciento comenzó a hacerlo el año pasado y un 16 por ciento en 2013.