El Real Madrid ha comenzado este martes con buen pie su tramo de pretemporada por tierras europeas, después de vencer al Tottenham Hotspur (2-0) gracias a los goles del colombiano James Rodríguez y el galés Gareth Bale, en el inicio de la Audi Cup que se disputa en el Allianz Arena de Múnich (Alemania).
Esta victoria, lograda pese a las bajas de Cristiano Ronaldo y Karim Benzema, permitió al conjunto madridista prolongar su buen ritmo de cara al inminente arranque del curso oficial. Y es que tras una estancia oceánica y la posterior parada en China, los pupilos de Rafa Benítez siguen sin conocer la derrota con cinco compromisos de postín a sus espaldas.
AS Roma, Manchester City, Inter de Milán y AC Milan ya habían medido el nuevo sistema de la era Benítez, el cual dejaba constancia del nuevo rol pensado para el galés Gareth Bale. Si bien en esos partidos había desplegado su rauda habilidad como mediapunta, en este quinto duelo tuvo que asumir más protagonismo por las citadas ausencias de unos Ronaldo y Benzema con problemas físicos.
De regreso a la posición de delantero centro, aunque como siempre cayendo a las bandas para aprovechar su velocidad, Bale estuvo escoltado por Jesé Rodríguez y por James, quien a su vez propició que Isco empezara de titular en la zona de creación ofensiva. Estos cuatro futbolistas, tras un primer acercamiento peligroso de Lamela por parte del Tottenham, llevaron la voz cantante en los 45 minutos inaugurales.
Jesé contó con dos buenas oportunidades de abrir el marcador, primero con una lejana volea ejecutada con su pie derecho tras un despiste de la defensa inglesa. La pelota golpeó en el travesaño de la portería custodiada por Michel Vorm, que poco después repelió otro bonito disparo del delantero canario; firmando una pequeña cabalgada en un costado del área rival, Jesé había conectado un remate con rosca que no fue gol por muy poco.
A los 35 minutos, Vorm volvió a salvar el primer tanto del Real Madrid, salvando casi sobre su línea de gol un tiro del croata Luka Modric que se envenenó al rebotar en la pierna de un adversario. Sin duda el equipo merengue merodeaba el hecho de adelantarse en el marcador, y lo consiguió casi a renglón seguido por mediación de James.
Una triangulación por el costado izquierdo del ataque madrileño sirvió para que Isco realizara un efectivo centro al área inglesa, donde el atacante cafetero se adelantó a su marcaje para cabecear el 1-0 ante la salida a medias de Vorm. Era el primer gran fallo del guardameta del Tottenham, pero el Real Madrid ya cobraba peaje a poco de alcanzar el descanso.
BALE ROMPE EL SOPOR DE LA SEGUNDA PARTE
La segunda parte fue menos prolífica en ocasiones de peligro, en incertidumbre y en intensidad, algo quizá provocado por las diversas sustituciones que decidieron hacer los entrenadores de ambos equipos. Así las cosas, Benítez dio entrada a Marco Asensio, en lo que supuso el debut del joven talento mallorquín con la camiseta madridista.
Hasta la recta final del partido, ni Real Madrid ni Tottenham ofrecieron demasiado espectáculo al público congregado en el Allianz Arena. La afición del estadio muniqués ya esperaba con ganas la disputa de la otra semifinal en este torneo amistoso, con el Bayern y el AC Milan como protagonistas.
Pero antes de tal enfrentamiento, todavía hubo tiempo para que el conjunto merengue cobrara un segundo peaje a Vorm. Esta vez fue Bale el encargado de pedirle el ticket de la portería para anotar el 2-0, culminando además un grave fallo colectivo. El Tottenham no supo sacar el balón jugado desde atrás y el delantero galés lo robó, para amagar delante de un defensor y obrar un fuerte zurdazo desde fuera del área y que el arquero neerlandés se comió en el bote.
La pelota acabó entrando y con ello se certificó una ventaja más que suficiente para que el Real Madrid cerrara el triunfo. Ahora, los de Benítez ya esperan en la final de la Audi Cup al equipo anfitrión o a los milaneses, con quienes se podrían ver las caras de nuevo como el pasado 30 de julio.