La red social en la que se comparten imágenes y vídeos se ha dado un lavado de cara y ha dejado atrás la cámara analógica que tenía por símbolo. Instagram ha cambiado por completo su logo y el aspecto de su interfaz, nada parecido al diseño simple o incluso retro del que disponía hasta ahora. Esta es la primera gran innovación que hace la entidad en su producto estrella.
El nuevo logo llama la atención por su amplia gama de colores, que van desde el amarillo al morado. Es una forma de ‘enterrar’ la impresión de sencillez que daba la cámara analógica y el arco iris, los que han sido sus referentes durante los seis años que tiene de vida.
Esta nueva presentación hace referencia a los múltiples filtros de imagen de los que dispone la aplicación, y llama la atención por el hecho de que Instagram no había cambiado demasiado su imagen, desde su creación en el año 2010.
Además, ha anunciado la integración y renovación de tres herramientas para su plataforma, denominadas Hyperlapse, Layout y Boomerang, que cuentan con la misma estética que la original, y tienen la función de complementar a la aplicación con la creación de vídeos acelerados basados en la sucesión de fotos, la composición de imágenes y la elaboración de bucles de dos segundos.
Este cambio de imagen de Instagram afecta también a su interfaz, ya que los bordes superiores e inferiores tienen ahora un fondo blanco, que ayuda al usuario a contemplar los contenidos sin problemas, lo que facilita claramente el visionado.
En estos momentos Instagram tiene más de 400 millones de usuarios, y esta es una de las razones que ha llevado a los directivos a renovar la red social, para premiarlos de alguna forma y así hacer la experiencia fotográfica más cómoda.