Aunque es verdad que hoy es martes, la realidad es que no deja de ser el primer día laborable de la semana y uno de los más duros del año para aquellos que acaban de terminar sus vacaciones y tiene que regresar a la rutina. Pero siempre hay formas de darle la vuelta a estas cosas y una de ellas es saliendo a comer o a cenar fuera, que en Madrid tenemos muy buenos sitios para ello. Y pese a su juventud, sin ninguna duda Fismuler ya se encuentra entre uno de ellos.

Abierto a finales de mayo de este año, y ubicado en el cada vez más pujante (gastronómicamente hablando) barrio de Chamberí, se trata de un espacio austero y moderno pero lleno de encanto en el que nos encontramos con una cocina de clara influencia nórdica, con una selección de ingredientes cuidada a más no poder en la que predomina la verdura (ecológica y de pequeños productores) y el producto de mercado, siempre fresco, conformando una irresistible carta que varía a diario.

En cualquier caso hay platos fijos como el Huevo, trufa, boleus, chantarela y aguaturma, el Calamar a la parrilla con endivias braseadas o la Lubina confitada, su emulsión e hinojo encurtido, que nos encontraremos siempre que vayamos. Todo con el sello del Grupo La Ancha (sí los de “La Gabinoteca” y “Las Tortillas de Gabino”). Y no te preocupes por si no tiene sitio porque el local dispone de mesas compartidas sin reserva.

¿A qué ya es menos complicado el regreso?

Cuándo: Lunes a sábado de 13:30 a 16:00 y de 20:30 a 23:30 (viernes y sábados hasta las 00:30)

Dónde: Calle Sagasta, 29; Metro Alonso Martínez

Precio: Aprox. 25€ por persona