El dulce es uno de los alimentos que más felicidad nos aporta. Además de conquistar el sentido del gusto, se considera un alimento que favorece la felicidad como así lo dice la famosa asociación Chocolate-Felicidad, e incluso la Fundación Española de Nutrición que dice que se le otorgan propiedades para problemas como la depresión o el estrés.
Pero como todo parte buena, también tiene una mala. Y es que el dulce provoca problemas alimentarios relacionados con el azúcar como la obesidad o la diabetes.
Sin embargo existen trucos para comerlo sin que llegue a sobrepasar los 25 gramos al día que recomienda la OMS y sin coger algún kilo de más y así engañar a nuestro estómago. Algunos de ellos pueden ser:
Preparar postres saludables. No tiene por qué ser siempre cantidades desproporcionada de chocolate y derivados. Existen recetas fáciles y llenas de vitaminas sin tener que renunciar al dulce: tortitas de boniato, mermeladas sin azúcar e incluso la clásica Nutella casera. Además, Auxy Ordoñez, famosa bloguera, puede ayudarte en este mundo de los postres bajo en dulce con su libro Postres Saludables.
Otro de los consejos es consumir frutos secos. Los frutos secos pueden saciar las ganas de consumir dulce, además, las pasas, las frutas deshidratadas o los dátiles pueden aportarte el sabor del dulce y ayudarte a prevenir enfermedades cardiovasculares.
Como sustituto del azúcar encontramos la estevia natural. Mucho más dulce que el azúcar, algunos fabricantes han comenzado a usarla en sus productos en sustitución del azúcar. Se recomienda consumir la planta ya que los formatos procesados pueden contener otros ingredientes y desnaturalizarla.
Por último, no dejes el chocolate pero pon atención. Lee el etiquetado de los ingredientes, que contengan más del 70% de cacao, bajo o con nada de azúcar y que no contengan leche, son las mejores instrucciones para poder comer chocolate sin sentirte culpable.