Todos estamos de acuerdo en que la Universidad es un elemento esencial para la adquisición, transmisión y difusión del conocimiento, un motor imprescindible para el cambio y la llave que abre las puertas del progreso en las sociedades modernas.
Eso exige que los sistemas de gobierno, en el respeto de la autonomía universitaria, así como los de acceso al ejercicio de la docencia se rijan por principios de transparencia y rendición de cuentas.
Este espíritu de regeneración ha llevado a Ciudadanos, como partido político comprometido con los principios señalados, a presentar una iniciativa parlamentaria que exige del nuevo marco que regule la Educación Superior, el que incluya mecanismos que velen por la limpieza y las buenas prácticas en el acceso y en el desarrollo de la carrera académica profesional del personal docente investigador así como de la gobernanza de las Universidades Públicas de la Comunidad de Madrid.
Mucho se ha escrito sobre el presunto o no presunto plagio académico del Rector de la Universidad Rey Juan Carlos, algunos partidos políticos quisieron ser los primeros en señalar a esta Universidad como la única sobre la que proyecta la sombra de la sospecha, como si fuera un caso aislado dentro de la Universidad. Pero el tiempo ha demostrado que su discurso era interesado, miope, centrado en lo inmediato y fácilmente perceptible. Y ahí se quedaron, sin querer trascender en el fondo del problema. Sin querer reconocer que la endogamia, el amiguismo y la utilización de la Universidad como agencia de colocación de los afines a partidos políticos es una práctica indeseable difícilmente reducible a una sola Universidad.
Al igual que al fotografiar, la cámara automáticamente desdibuja el entorno para que destaque aquello que queremos retratar y se pasen por alto otros elementos que no interesa destacar, partidos políticos, como Podemos, han desenfocado deliberadamente la realidad centrándose en un caso escandaloso pero tapando el origen del problema: los escasos mecanismos con los que cuenta nuestro sistema para evitar que casos como este se repitan una y otra vez.
Por eso a Ciudadanos no le extraña la reacción de algunos esos partidos políticos cuando se les ha puesto frente al espejo de la realidad.
Frente al anhelo de limpieza y buenas prácticas en la Universidad, plasmada en una Proposición No de Ley presentada en el último Pleno de la Asamblea de Madrid por el grupo parlamentario Ciudadanos, cuál creen señores lectores qué ha sido la respuesta de Podemos y del Partido Socialista, la abstención, una cómplice y clamorosa abstención.
Me escandalizan los plagios de personas relevantes que debieran ser modelo de nuestra sociedad por la autoridad y la relevancia de los cargos institucionales que ostentan.
Me escandalizan los que siendo políticos y representando a los ciudadanos se convierten en cómplices silentes con su indiferencia abstencionista y se inhiben cuando llega el momento de ser valientes y de proponer soluciones.