Hace pocas semanas, en el Pleno del Debate del Estado de la Región la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, anunció la aprobación por parte de su Gobierno de un Plan de Infancia y Adolescencia para los próximos años. Algún diputado de la oposición preguntaba estos días el porqué de un plan de infancia en la Comunidad de Madrid
Supongo que las dudas de quienes no le ven la necesidad vienen por el convencimiento de que si ya hay leyes al efecto, pues no hace falta nada más salvo velar porque se cumplan. Pero el hecho de que haya normas, no constituye en modo alguno un impedimento para que a través de un Plan se ayude a la Administración de la Comunidad de Madrid a ser más ágil en la implementación de sus políticas.
Si tenemos en cuenta el principio del interés superior del menor, un plan de estas características puede ser una herramienta de gran valor para conocer mejor la situación social de nuestros niños y adolescentes, los recursos con los que la administración cuenta en estos momentos para afrontar los problemas y puede introducir nuevos mecanismos para conseguir alcanzar de una manera más eficaz los objetivos marcados.
En la Comunidad de Madrid residen más de 1 millón de menores, que tienen derechos que han de ser protegidos y obligaciones que deben ser conocidas por todos para ayudarles en su desempeño. Estos niños y adolescentes también tienen necesidades que además varían en función de su edad, su situación socioeconómica, su lugar de residencia etc… por lo que también deben variar los recursos que la administración pública pone a su disposición.
Todos los menores por el hecho de serlo son personas especialmente vulnerables y esta vulnerabilidad se acentúa en los casos de menores víctimas de violencia de género o malos tratos, menores no acompañados, menores con algún tipo de discapacidad, menores en acogimiento familiar, residencial o en adopción por ejemplo.
Los datos que arroje el futuro Plan anunciado por la Presidenta de la Comunidad de Madrid permitirán que conozcamos el número de menores que viven en familias monoparentales, numerosas, en riesgo de exclusión social, los tipos de hogares y sus rentas medias, los grados de escolarización, los porcentajes de niños con necesidades educativas especiales, etc…
Sabemos que para la consecución de los objetivos marcados por las normas de protección a la infancia y adolescencia hay que trabajar estrechamente con las familias. En la Comunidad de Madrid contamos con la Estrategia de Apoyo a la Familia 2016 – 2021, que cuenta con 288 medidas orientadas a la mejora de la calidad de vida de todas las familias y con una dotación presupuestaria de 2.700 millones de euros. La Estrategia de Familia se elaboró contando con la implicación directa de una amplia representación de instituciones, asociaciones y entidades que trabajan en áreas de familia, infancia y adolescencia por lo que sabemos que este nuevo Plan anunciado por la Presidenta Cifuentes no va a ser un listado de medidas aisladas sino una herramienta integrada en el conjunto de políticas públicas de apoyo a las familias, a los jóvenes y a los menores que ya están siendo implementadas en la Comunidad de Madrid.
Tenemos no solo el reto sino la obligación de evitar que se transmitan las desventajas entre generaciones y de procurar a nuestros niños de un presente y un futuro de mayor bienestar y de mejores oportunidades.