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«¿Por qué es tan difícil para un gay encontrar pareja?»

El titular bien podría serlo de una noticia de El Mundo Today. Llevo dándole vueltas a la pregunta que surgió en una cena. El titular bien podría serlo de una noticia de El...

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El titular bien podría serlo de una noticia de El Mundo Today. «¿Por qué crees que es tan difícil para un gay encontrar pareja?» Llevo dándole vueltas a la pregunta que surgió en una cena hace un par de semanas. 

Vaya por delante que no todos los gays somos iguales y que tampoco los heterosexuales lo tienen fácil, pero lo cierto es que ser gay en estos tiempos y conocer a alguien con quien construir una relación de pareja es algo mucho más complicado que pensar en cómo vestirse y elegir restaurante para la primera cita y ver qué pasa.

Conocer gente y ligar cuando las dos personas que se conocen posiblemente caminan armados de cautelas y desconfianza, con el corazón anestesiado y a menudo sin una referencia clara de lo que debería ser una relación de pareja, hace que el proceso sea algo especialmente complicado. Si a eso le sumamos la cantidad de testosterona en la ecuación, una líbido de gatillo fácil y un entorno social que subraya la imagen y lo sexual, resulta casi imposible no dejar escapar un pensamiento sexual en cualquier situación de lo más cotidiano en el que hombre gay conoce a hombre gay, ya sea en el trabajo, el gimnasio, el metro o tomando una copa… Y nos encontramos pensando con la entrepierna en más ocasiones de las que seguramente imaginamos.

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Además hoy es más fácil que nunca encontrar sexo, especialmente para un gay. No ya porque en cualquier lugar de ambiente prácticamente el 100% de los clientes podrían ser en un momento dado nuestra pareja sexual, lo que nos da el doble de probabilidades que a cualquier hetero que sale a tomar una copa, sino porque en la década de las app de contactos es más fácil tener sexo que pedir una pizza.

Además muchos de nosotros hemos crecido en un contexto social que nos ha bombardeado con sentimientos de presión, culpabilidad, vergüenza, inseguridad, discriminación, etc. Y cuando hemos disfrutado y vivido nuestra sexualidad libremente en ocasiones lo hacemos sin tener previamente resueltos esos sentimientos, haciendo que entendamos y vivamos el sexo de un modo diferente a como lo vive un heterosexual. Casi todos hemos tenido relaciones sexuales en más o menos ocasiones como un ejercicio puramente físico y placentero pero desprovisto de sensibilidad o emoción, algo absolutamente alejado de la idea anhelada de encontrar a una pareja con la que conectar y compartir algo que trascienda. El sexo es genial y es más accesible que nunca para un hombre gay, pero al mismo tiempo el sexo con contenido parece escasear.

Y eso nos lleva a una idea recurrente: decimos que queremos una cosa pero en realidad hacemos la contraria. Queremos encontrar una pareja con la que compartir algo más, pero mantenemos relaciones sexuales puramente físicas y compulsivas. Bienvenidos a la ceremonia de la confusión, ser gay es a veces algo confuso. Nada que deba sorprendernos, después de todo hemos crecido sin una referencia o modelo que nos ayude a saber lo que se espera de nosotros en una relación. Los heterosexuales han crecido y se han educado en un contexto social, educativo y familiar que les ha transmitido unos valores y modelos de referencia. Ninguna sorpresa por otro lado, pues vivimos en un mundo predominantemente heterosexual, así que cuando nos salimos de la norma todo es posible y ampliamente opinable, no existe un modelo o guía más o menos aceptable por todos. No existe un manual sobre cómo vivir en pareja, pero si eres gay menos todavía. Quiénes somos, cómo queremos vivir, a quién queremos conocer, queremos ser monógamos, qué tipo de relación necesitamos, casarse o no casarse, hijos si o hijos no… Son cuestiones y elecciones que vienen más o menos dadas para un hombre heterosexual y no plantean grandes contradicciones, pero que a un gay le hacen debatirse con facilidad entre la decisión de una vida de soledad consciente un día y la búsqueda del amor al día siguiente. Más confusión.

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Conocemos a alguien que nos atrae en todos los sentidos y de repente nos encontramos ante lo fácil sin contenido o la inseguridad de lo confuso. Bienvenidos a la vida interior de un hombre gay cualquiera que cada día debe decidir en su fuero interno entre mantenerse los pantalones abrochados y vivir en la confusión o bajárselos a cada oportunidad y renunciar a algo auténtico.

Y con eso y con todo todavía hay más, porque aunque sea una obviedad hablamos de homosexualidad, y eso todavía hoy lamentablemente sigue siendo considerado socialmente algo diferente cuando no negativo. Y en ese entorno cualquier gay hemos aprendido y desarrollo comportamientos y herramientas para ocultar partes de nosotros mismos en diferentes situaciones, ya sea por motivos laborales, sociales, familiares, etc. Lo que no es ni más ni menos que una negación de nosotros mismos, con el coste personal y emocional que representa estar habituado a mostrar en determinado momento solo una parte de lo que somos. A nadie le gusta mostrarse vulnerable con otras personas, pero cuando ese hábito se encuentra tan aprendido y automatizado, inevitablemente representa una cautela que dificulta una relación de pareja. Si, en mucha facetas de nuestra vida a los gays nos cuesta admitir que la vida no es un camino de rosas y a veces necesitamos un plus de energía para se honestos con uno mismo y confiar. Doblemente si ya salimos anteriormente heridos de alguna relación.

De modo que en lugar de aprender a mostrarnos como realmente somos y definir nuestra identidad en la adolescia o incluso en el inicio de la vida adulta, no pocos viven su segunda adolescencia y no se permiten ser ellos mismos y explorar su identidad hasta que amcanzan una edad adulta. Vivir la vida, aprender, probar nuevas cosas, experimentar en un nuevo entorno lleno de otros hombres gays, sexo diversión y drogas… Y es peligroso porque lo hacemos ya de adultos, sin la vigilancia que un heterosexual adolescente tuvo cuando vivió esa etapa de su vida, y con la absoluta libertad y disponibilidad economica que nos da el momento vital. Si además estamos en una gran ciudad como pueda ser Madrid o Barcelona en la que absolutamente todo está al alcance de la mano, se multiplican las posibilidades de excesos para el Peter Pan gay. Cualquier gay en una de esas ciudades sabe lo fácil que es caer en las luces, sensaciones y experiencias de esa pista de baile y pasarse de la raya. Y todos conocemos a quienes quedan atrapados y no encuentran el modo de salir a una edad en la que se nos presupone seres autónomos y capaces de manejar nuestra propia vida. 

Y aún sin necesidad de llegar a ese extremo, en el mejor de los casos la situación contribuye a generar unas expectativas irrealistas. Nada más fácil que probar una y otra vez hasta dar con mister perfecto… a riesgo de perderse en una sucesión de encuentros sin otro sentido que el inmediato. Después de todo cada uno tenemos nuestro ego y en algún momento hemos caído en considerarnos especiales, únicos y superiores como si estuviéramos por encima de las reglas, dando lugar a expectativas irreales sobre nosotros mismos y sobre nuestra pareja ideal. Pero es que el entorno no sólo no ayuda sino que fabrica una fantasía que sustituye a la realidad. Todos debemos parecer modelos sonrientes y exhibir un cuerpo cincelado ante miles de seguidores a los que mostrar lo competitivos y exitosos que parecemos. Y nuestras parejas también deben encajar en ese ideal de fantasía. Nada nuevo para quienes hemos crecido con mensajes que desde niños nos hacen competir y mostrar otra cara: «sé un hombre, no llores, échale huevos…», mensajes muy enraizados en nuestra sociedad y que constriñen a largo plazo el normal desarrollo de la sexualidad y afectividad de cualquier niño homosexual. Y así las cosas, demasiadas energías, tiempo y esfuerzo derrochados en competir por mantener una apariencia, que nos hacen pasar por alto lo maravillosa que puede llegar a ser la persona que tenemos al lado.

Si a pesar de todo damos con nuestro míster perfecto ideal, muy probablemente sea porque acaba de salir de una relación anterior: no suelen estar libres durante mucho tiempo. Así que es muy posible que le estemos conociendo en el peor momento, inseguro, en su propia confusión y pensando si también él se va a seguir bajando los pantalones a la primera de cambio o si nos da el beneficio de la duda.

Y llegados a este punto somos dos, así que por mucho que hayamos hecho nuestro propio proceso de maduración y alcanzado una visión del mundo compatible con la vida en pareja y hayamos dado con la persona que nos gusta en todos los sentidos, eso no significa que la otra persona esté igualmente preparada para vivir en pareja, por lo que a menos que estés dispuesto a sufrir y esperarle hasta que llegue su momento, mister perfecto no resulta ser tan perfecto como pensabas. Esto último pasa raramente y lo más habitual son relaciones de corta duración al ritmo de las estaciones del año. Después de todo no dejamos de ser animales y parece hasta común la idea de comportarse de modo diferente en invierno y en verano.

Muchas de estas dificultades no son exclusivas de una pareja homosexual, pero lo que sí es exclusivo de los heterosexuales es esa presión social por emparejarse  a la que llamamos reloj biológico… Un invento del que los gays carecemos y que presiona a los heterosexuales a emparejarse. Así que estar sin pareja en el mundo homosexual no es percibido del mismo modo, ni mucho menos existe una presión social para que encontremos pareja. Ni siquiera tener hijos suele ser una prioridad para las parejas gays, que es otro de los motivos que fundamentan la formación de parejas heterosexuales.

Así que carecemos de algunos de los incentivos de nuestros compañeros heterosexuales para encontrar pareja. Incluso el hecho de que muchos de nuestros amigos y conocidos homosexuales no tengan pareja no sólo hace que la percepción y el juicio que hacemos de la situación resulte diferente y más aceptable que el equivalente heterosexual, sino que incluso nos recuerdan a diario lo divertido que se puede vivir sin pareja, su última conquista sexual y que el mundo está lleno de hombres por ser descubiertos… aunque pasado el fin de semana se desahogan echando de menos al último novio o cuánto les gustaría otro tipo de vida… 

Lo queremos todo y lo queremos ahora, pero nos asusta el compromiso. Y ni siquiera nos referimos al compromiso legal de un matrimonio cuya posibilidad ni siquiera teníamos hasta hace muy poco tiempo, algo que de otro lado y de modo inconsciente nos hace ser más ligeros con el grado de compromiso de una relación homosexual que su equivalente heterosexual. Si algo no funciona es más habitual pasar página que buscar soluciones y volver al punto de partida.

Conocemos a alguien y pensamos que ya está hecho lo más difícil, cuando es a partir de ahí que realmente se requiere compromiso y esfuerzo por alimentar y cuidar una relación. Nos permitimos aseverar que nuestra pareja no nos entiende, asumimos y damos por hechas ciertas cosas y nos colocamos a nosotros  en el centro de cualquier decisión cuando no dedicamos tiempo suficiente a comunicarnos con ella y estamos ya pensando el el próximo mister perfecto.

Y sin embargo y a pesar de todas las dificultades, no sólo es posible encontrar pareja sino que abundan cada vez más los ejemplos de parejas gay comprometidas incluso en el ámbito público. Abandonemos la idea de que ya están cogidos los tíos buenos, utilicemos un lenguaje positivo al hablar de las relaciones de pareja, dejemos de confundir el conocer a alguien con tener un encuentro sexual, dejemos atrás las excusas y miedos personales, aceptemos que somos vulnerables y seamos nosotros mismos aceptando que ni nosotros ni nuestras parejas somos perfectos. Elegir es también renunciar, y en un mundo en el que hay más opciones que es posible elegir y decidir caminar juntos, sólo hay que decidir lo que es importante para nosotros y cuando encontremos a alguien que nos mire a los ojos del mismo modo que nosotros le miramos a él, entoces dedicarle energía y confiar en que merece la pena el esfuerzo. Porque no es fácil, pero realmente merece la pena.

Puedes seguir a Jota Vaquerizo en X e Instagram: @jotavaquerizo

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COMENTARIOS

24 COMENTARIOS

  1. Lamentablemente es así de triste, estaba enganchadísimo de un chico que me hablaba de cosas de amor y yo estaba reacio a engancharme para que la cosa fuese mas lento, y cuando por fin me dejo llevar por las cosas que sentía y el me decía, me cambia las cartas y me dice que solo éramos un «vinculo» y básicamente solo quería sexo, como la gran mayoría, todos con el corazón anestesiado como dice la nota.

  2. No es difícil. Basta con desprenderte del mundo y dedicarte Aúna sola persona.
    Pero las mayorías quieren un amor sin dejar de lado la puteria. Así claro que será siempre difícil.

  3. Hola soy de México. Me está pasando igual, hace 2 años y medio conocí a una persona con muchos problemas e su matrimonio, y empezamos a andar y conocernos, haya que hace un par de meses que aprox como 5 mes su esposa lo abono, y se intensificó nuestra relación, y pues yo caí porque me decía que jamás regresaría con ella y que yo había hecho mucho por el, la situación es que nos queríamos juntar, Pepe el con dos hijos y una familia bastante retrogrado se Nos estaba complicado mucho nuestra relación, empezaban las críticas y los ex de mi pareja, no podíamos continuar, el se sintió humillado y no hace mucho que me dice que ya no mejor, que cada quien haga su vida. Y el me dijo que ya estaba saliendo con una chica. Yo me desqubraje pues no quería que se terminará lo nuestro, pero el probablemente no aguanto la presión social. Y me quedé solo con la ilusión de mi vida.

    • La otra cosa que parece que te paso, corrígeme si me equivoco es que a muchos gays o mejor dicho una gran cantidad les gusta la idea de estar con un hombre que tiene novia o esposa «heterosexual» y si ves en muchos anuncios los gays dice específicamente busco «casado «porque hay un morbo en eso porque piensan que este si es un macho tanto para estar en una relacion o por que los hace sentir que se los cogen como una mujer, como si tubieran vajina, depende de el interes o el nivel de el morbo, cuando lo que puede ser es una mariposa tan frágil que no tiene los huevos para salir del closet y ser quien es o simplemente no tuvo o tiene el apoyo necesario para hacerlo, en tu caso fue una relación obvio no algo pasajero y tal vez te gustaba la idea de ayudarlo, lo cual está bien, pero también desde el momento que te metes a una relación con una persona que no está 100% disponible vas mal porque estás entrando a una relación con 2 personas no con una.

  4. Hola soy de México. Yo de 32 años gay y mi pareja de 24 años casado bisexual, Me está pasando igual, hace 2 años y medio conocí a esta persona con muchos problemas en su matrimonio, y empezamos a andar y conocernos, y hace un par de meses que aprox como 5 mes su esposa lo abono, y se intensificó nuestra relación, y pues yo caí porque me decía que jamás regresaría con ella y que yo había hecho mucho por el, la situación es que nos queríamos juntar, Pero el con dos hijos y una familia bastante retrogrado se Nos estaba complicado mucho nuestra relación, empezaban las críticas y los ex de mi pareja, no podíamos continuar, el se sintió humillado y no hace mucho que me dice que ya no mejor, que cada quien haga su vida. Y el me dijo que ya estaba saliendo con una chica. Yo me desqubraje pues no quería que se terminará lo nuestro, pero el probablemente no aguanto la presión social. Y me quedé solo con la ilusión de mi vida de querér casarme con el.

    • Si, la mera verdad, Yo vivo en una ciudad que se llama Edinburg en el mero sur de Texas a media hora de México y aunque no estamos en el Tibet hay un nivel bajo de educación en general, pero en cuanto a la comunidad gay aunque estamos son Estados Unimos y al Norte de México en una parte estamos actualizados como gays ( Hay un gay bar, hay gente abiertamente gay) pero, por otra parte, es como si viviéramos en los años 70 hay mucho homosexual casado, con novia, con hijos y alli hay un encuentro entre el enclosetado que es más «macho» porque tiene mujer e hijos y le «gustan» las mujeres y el gay que es muy sofisticado y cae en ese morbo ignorante, y en la comunidad gay abierta también se dan ignorancias como el «busco algo serio soy pasivo», no afeminado, entre las otras cosas, falta de confianza , el que quiere solo sexo, el que no le gusta el «drama», o sea si no es una relación perfecta no, a lo primero que no les parezca adiós , como dice el artículo, no hay mucha inteligencia emocional , a veces nada, por eso Grinder esta lleno siempre, como un bar a donde la atracción es en base de físico y edad, a todos mucho tienen sexo entre ellos mismo, a donde enclosetado «Discreto» tiene popularidad, es una cosa estúpida, Yo que tengo 49 años y crecí abiertamente en Washington D.C. lo se como otros tambien, muchos son jóvenes no hay tenido mucho o si es correcto decir casi nada de inteligencia emocional en casa, y algunos saben que la promiscuidad no es correcta pero igual necesitan un lugar a donde puedan socializar con otros gays y se van a el grinder, a buscar amigos, pareja, sexo entre otras cosas, unos drogas y hasta dinero, Yo en lo personal prefiero irme a meter a un bar que meterme al grinder, sin embargo, personas puedes conocer en cualquier lugar y momento.

  5. Es muy difícil cuando todo el mundo quiere parejita abierta y seguir follando como si no hubiera mañana por fuera. Incluso abriendo perfiles en Apps… Al final y por mucho que lo nieguen la mayoría acaban siendo compañeros de piso que «se quieren mucho» pero follan más fuera que dentro. Pocas parejas gays funcionan a largo plazo y menos si eligen el modelo de parejita abierta. Los heteros apuestan más por su pareja, hasta aquellos que eligen pareja abierta.

  6. A lo largo de mis 50 años como homosexual creo que solo he conocido a unos 4 o 5 hombres homosexuales diferentes, todos los demás tienen todos el mismo patrón, engreídos, narcisistas, con una homofobia interiorizada, he conocido en el mundo homosexual a 4 o 5 hombres buenos con los otros homosexuales, amables, cercanos, tolerantes, vamos que sean de verdad lo que predican ser, que no lleven una mascara, una doble moral, yo siempre he sido un hombre algo amanerado, he tenido grandes amigos heterosexuales tanto hombres como mujeres, he salido con muchas parejas y personas hetero de viaje, de cenas y todos me han comprendido, me han tendido la mano, me han respetado, me han ayudado, he tenido grandes charla, grandes momentos, pero con homosexuales nunca, si he conocido a alguno no ha durado mi relación como amigo ni una semana, no les interesas como persona, solo les interesas si tienes un buen cuerpo, un buen pene, unos buenos músculos, los heteros me ven como una persona, los homosexuales como un reto, como un enemigo, como una presa, como alguien a quien pisar, humillar, despreciar, con el tiempo aprendí que dos hombres nunca se pueden amar, un hombre homosexual no puede generar un interés con otro homosexual que ha sido creada a través de una base emocional, así como un hombre heterosexual le puede interesar una mujer que no sea bella en el homosexual eso nunca pasa por que el homosexual nunca se interesara por otro hombre a no ser que cumpla un canon de belleza inicial, el homosexual nunca le abrirá la puerta al amor a otro homosexual si inicialmente no hay hay una base sexual por que es un hombre y como tal su inicio es meramente un inicio por un interés sexual, por eso los homosexuales nunca encuentran una pareja estable, seria, por que realmente ese no es el inicio con el que comienza su interés, el homosexual tiene la precepción y una equivocada imagen del amor, creen que el amor se lo dará un hombre fuerte, masculino, guapo, con rasgos heteros, muy viril, que sea muy sexual, por que como hombres esa es la manera que tienen ellos de iniciar ese supuesto amor, el de la creencia de que si ese hombre no es guapo, bello, fuerte, masculino y todo un Superman no te ara feliz, por eso cuando vemos a parejas homosexuales son un clon el uno del otro, si uno es fuerte el otro también, si uno tiene barba el otro también, si uno lleva tatuajes el otro también, fijaos en los hombre heterosexuales que son amigos cuando salen de fiesta, veras en un mismo grupo uno alto, el otro bajo, uno moreno, el otro rubio, uno guapo otro feo, uno regordete y otro delgado, en los homosexuales no, hay siempre un patrón, si uno es oso todos lo demás son osos, si uno es musculoso todos los demás son musculosos, si uno tiene barba todos los demás tienen barba, son como un regimiento de la armada, todos iguales, no hay ningún sitio mas intolerante que el ambiente homosexual, por eso hay bares para osos donde solo van osos, para leather donde van solo hombres con cuero, para musculosos donde solo van hombres musculosos, no hay mas que ver el día del orgullo, con carrozas llenas de hombre blancos, enseñando sus pectorales, bailando al mas puro estilo robocop, he conocido a muchas parejas heterosexuales que lleva muchos años en pareja, casados, homosexuales creo que una o dos, los hombres me siguen encantando pero los heterosexuales, los homosexuales hace muchos pero muchísimos años que me dejaron totalmente de interesar lo mas mínimo ni para timarme una caña, actualmente cuando quiero tener sexo prefiero pagar por el servicio y luego que se marche a su casa y el resto de la semana tomarme algo con mis amigos heteros que tener que mendigar un abrazo con afecto como una ave carroñera.

    • Si, tienes razon, son pocas las relaciones entre gays que duran, el homosexual (No todos) es mas mas mañoso, hipocrita, interesado, como cualquier persona que lo es pero en el caso de el homosexual aun mas por que la vida ha sido mas dificil para nosotros, son hipocritas (Los que son) por el deseo de sobrevivir y estar bien, te entiendo, mas superficial por lo general, vanidoso, encima de todos aquellos defectos que una persona puede tener, te lo digo por experiencia propia, ahora que entro a mis 50 años me doy cuenta que tambien lo fui, y si son pocas las relaciones entre homosexuales que duran mucho tiemp o hasta la muerte, por eso tienen que tener otro recurso de amor aparte de su propio, como hijos, algo profundo, no solo el queres tener una vida fabulosa, y eso de las relaciones habiertas nunca crei en eso, nunca he estado en una, ni me interesa, lo que he hecho lo he hecho soltero, y lo de sugar daddy? jamas, he sobrevivido por ser independiente, es una dura realidad pero es la verdad, es mejor ser un Yo que ser Gay, pero tengo esperanzas, ya probre mucho la soledad y no quiero llegar a una edad mas avanzada viviendo solo o sin hijos o compañia, es muy duro, te vas acostumbrando y desarrollas mecanismos para llebar la soledad y decir que esta mejor asi cuando no lo estas, no es saludable, te causa depresion y mas estres, no es «Mejor solo que mal acompañado» es mejor estar bien acompañado, y el pagar por sexo? no es para mi, por que si va haber dinero involucrado yo tambien me meresco que me pagen, pero aun asi no, la prostitucion o ser parte de ella no es para.

  7. Me encanta lo que has escrito, pero… «Ay amigo». ..todo eso cambia cuando se acerca la tercera edad, cuando los cuerpos empiezan a perder todo su esplendor, cuando aparecen las enfermedades y las «averias», ahi es cuando empiezan a suplicar afecto y amor, porque saben que ya estan fuera del mercado y que son rechazados en el ambiente por viejos, al igual que ellos hacian en su epoca dorada, lo que pasa es que para muchos es demasiado tarde….es la razón por la que muchos gays pasan su vejez solos y mueren solos….la falta de compromiso pasa factura

    • Yo no se usted pero mi cuerpo no tiene el mismo esplendor ahora a los 49 que cuando tenia 27, no esta identico como lo es para la mayoria de las personas, mujeres, hombres, heteros, homos, bis, no tuve que llegar a la tercera edad para perderlo, y eso que no soy obeso pero si tengo sobrepeso, en cuanto a enfermedades tengo el colesterol alto algo que es muy comun en la edad media, el cabello en la parde de arriba de mi cabeza ya casi no me crece como es comun en hombres en la edad media, osea que no tienes que llegar a la tercera edad para que comiencen los cambios, me acuerdo que cuando estaba en mis 20’s llegue a pensar que como era posible que Yo llegaria a envejecer, bueno , ya comence a ver que si lo es.

    • Y por que gritas ? te has emocionado mucho corazon , el articulo no dice que es exactamento asi en todo gay, pero existen los que si son como dice el articulo, y el hecho que lo hay no significa que tu no puedes tener una pareja gay, duradera, suerte.

  8. Leo esta nota cinco años después de su publicación, y comento porque veo que no hace mucho Luisito lo ha hecho.
    La nota pone negro sobre blanco un montón de cuestiones que son muy claras, pero se han omitido -como en muchos medicamentoslas advertencias, interacciones y efectos colaterales.
    todo es posible y tal de positivo como el autor relata, a condición de que tengas la edad en que todos los músculos están en su sitio y a condición de (aquí va una serie, tranquilos): no ser pobre o con tus ingresos restringidos, no ser una persona con discapacidad, no ser parte de grupos sociales no elegidos (familia, vecindario, trabajo), homófobos directa o indirectamente, que en tu trabajo ser hetero u homo implique -por vías indirectas, claro- conservar o perder tu trabajo, que -joven o mayor- no te interesen las reuniones ruidosas, no tengas intención ni necesidad de ir a bailar, no tener interés en ponerte hasta la nuca de alcohol, no estar dispuesto a gastarte hasta lo que no tienes en vestimenta de moda, perfumes y -ni qué decir sobre no interesarte en absoluto las aplicaciones de citas. No es verdad que estas últimas sean fuente razonable de una posible pareja estable, hablando de tiempo invertido / encontrar un otro con similares espectativas (léase costo/beneficio sin ruborizarse, la vida es así) Advertencia: las apps están llenas de estos chicos y no tan chicos que sólo se aman a sí mismos y para reforzar ello no tienen otro medio que marcar -como los pistoleros clásicos- en las cachas de sus pistolas cada conquista conseguida. Advertencia 2: conquista en el estricto sentido del touch and go, el detestable toco y me voy, el polvo rapidito, que muchos evitamos porque el vacío que deja es más grande que aquel que supuestamente resolvía.
    entonces si no tienes ni una sola casilla de todas las anteriores marcadas, seguramente estés en condiciones de encontrarte con un otro y pensar con cierto nivel de aproximación que podría ser ese otro un ser que no mire más el espejo que a su pareja, que decir «nosotros» le salga naturalmente, que se integre y te integre sin presiones en su vida y que -aquí viene lo jodido de verdad- que sepa que hay partes que cada uno debe mantener para sí, como los amigos. No es cierto -ni homo ni hetero- que los amigos deban compartirse. Si no que hablen las y los divorciados recientes: sus congéneres les harán el vacío en el grupo. supongamos un hombrre hetero separado: los amigos lo seguirán tratando igual si no están sus mujeres a la vista pero se volverán muy atentos y comenzarán a orinar diversos rinconcitos de la reunión si las chicas participan de ella. En definitiva, ese amigo separado es ahora carne vacante, y por ello competencia. ,
    Me faltaron motivos para no entrar en el limitadísimo escenario de los tipos que además del sexo tengan otra cosa más relevante en sus vidas: los que no gustamos de hacer camping, los que no vivimos media vida en el gimnasio y hasta caminar 4 manzanas nos pone los pelos de punta, los que preferimos leer un libro a hacer dos horas de cola para no perdernos el último estreno del cine, los que amamos nuestro trabajo y no faltaremos porque la noche estuvo agitadita, los que no vamos a recitales ni partidos del deporte que sea… ¿sigo? Faltó una: los que amamos nuestro espacio y estamos dispuestos a rearmarlo en conjunto con ese otro, alguien que se permita el atrevimiento de respetarnos como seres integrales y que no se enfurruñe porque regresaste extenuado y «no, hoy no amor, necesito descansar», si él estuvo más relajado y por eso quiere sexo. Y los que, pese al riesgo de que vaya a buscar ese polvo que tú le negaste por mezquino (no puedes volver taaan cansado de tu trabajo) a algún sitio, alegando las mismísimas excusas de los hetero: dar un una vueltita para tomar aire, un café con un amigo que -misteriosamente- le acaba de pedir una charla…
    ¿Soy tan pero tan raro que a nadie le ha sucedido eso?
    Gracias por el espacio!
    El cincuentón argentino con esperanzas.

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