El Ayuntamiento de Madrid ha notificado a los tres kioscos de lotería de la Gran Vía la extinción de la autorización para vender décimos de lotería en ese emplazamiento. Los kioscos La Chata, El Trébol y Rialto deberán entregar las llaves al consistorio si un último recurso no lo impide.
Los inquilinos de los kioscos destacan que “durante los muchos años que han permanecido abiertos han repartido millones de euros en premios y han dado servicio a cientos de miles de madrileños y ciudadanos de diversas provincias, muchos de ellos abonados” y muestran su preocupación, ya que “la mayor parte de los trabajadores son mayores de 50 años y algunos de ellos tienen personas dependientes a su cargo”.
“Desde la Junta Municipal del Distrito Centro no nos han dado soluciones y sólo nos dicen que no quieren kioscos. Parece que sólo quieren grandes empresas y les da igual acabar con las pymes, los taxistas, los comercios y las terrazas, que somos quienes damos vida a una calle con gran tradición que atrae a la capital a cientos de miles de visitantes de España y de fuera todos los días del año, lo cual mantiene muchos empleos en la zona”, según Marisa Calleja, que está al frente del kiosco El Trébol desde hace más de 20 años: “Del kiosco dependemos 4 personas, con turnos continuados para poder abrir en laborables, fines de semana y festivos y una ganancia limitada, porque el Ayuntamiento se lleva un canon fijo todos los años más una parte de los ingresos”.
“Somos pequeños empresarios que cumplimos con todas las obligaciones que nos pone el Ayuntamiento, nos gustaría que ahora se nos renovasen las concesiones y que el Ayuntamiento nos trate como a los otros kioscos de prensa y de la ONCE, que o funcionan por simple autorización o tienen una concesión con derecho a renovación. Nos sentimos discriminados frente al resto”, lamenta Marisa.
CRONOLOGÍA
El Ayuntamiento de Madrid otorgó en el año 2002 -en la anterior reforma de la Gran Vía- concesiones administrativas por 15 años para la construcción y explotación de nuevos quioscos permanentes. Los loteros asumieron el coste de unos 50.000 euros y se estableció un canon fijo anual y uno variable del 7% del beneficio bruto sin descontar gastos.
En octubre de 2017 el Ayuntamiento de Madrid inició el trámite de Declaración de Extinción de la Concesión. Las alegaciones de los loteros se centraron en la larga vinculación entre estas Loterías con la ciudad de Madrid, los efectos de la extinción de la concesión sobre su forma de vida y los puestos de trabajo que se perderían.
En enero de este año el Ayuntamiento de Madrid dictó una resolución desestimatoria de las alegaciones sin y declaró la extinción de la concesión.
El 24 de febrero los loteros presentaron un recurso de reposición solicitando la prórroga de la concesión y la suspensión cautelar de extinción.
El pasado viernes comenzaron las obras de la nueva reforma de la Gran Vía de Madrid.