Un caso de lo comentado se puede ver en los niños que tienen síndrome de Down. Para su correcto desarrollo y crecimiento exigirá del profesorado una atención un tanto más concreta y para ellos hay una serie de actividades que suelen funcionar muy bien:
- Mejorar su atención. Es uno de los puntos en los que más hay que incidir en todos los niños y para quienes cuentan con esta patología mucho más. Eso sí, hay que hacerlo de tal manera que a ellos también les resulte agradable y siempre poniendo metas que, de verdad, se puedan alcanzar. Al principio requerirá de algo más de paciencia, pero sólo con el hecho de contar una historia y pedir después que contesten a una serie de preguntas sobre la misma se podrá saber hasta qué punto se estaba o no prestando atención. Suele funcionar mucho mejor si la temática que se elige es de su agrado aunque siempre hay que jugar un poco con la idea de que también hay que ser, en cierta medida, algo exigentes para que ellos mismos logren superar barreras.
- Psicomotricidad. Aunque hay unas cuantas actividades que se pueden llevar a cabo para esto, he aquí dos de ellas que suelen funcionar a la perfección. La primera es sobre manualidades. Da igual si lo que se les pide es que coloreen sin salirse de la raya o que bien unan puntos, lo importante es que se ciñan a esas pequeñas normas. Por otro lado, también se puede recurrir al ejercicio físico. Si lo que más les gusta es el fútbol, no está de más el optar porque traten de meter tantos goles como sean posibles. Si son fans de Nadal, tendrán que golpear la pelota cuando se les lanza. Igual que en el punto anterior: su atención y motivación será mayor si se atiende un poco a sus gustos.
- Autonomía y expresión. Hay que dejar que los niños acaben por descubrirse a sí mismos y que se expresen como mejor puedan. Algo que se recomienda es escenificar situaciones de la vida real como puede ser, por ejemplo, el tener que ir a comprar. Se les puede dar un par de frases a modo introductorio y que el resto surja de la improvisación tal y como harían en la calle. Además, hay que ayudarles a la hora de tener que hacer las cuentas. En definitiva, jugar con situaciones que harán en su día a día y que les proporcionará una mayor seguridad en si mismos.