MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El Chelsea conquistó (1-0) la FA Cup ante el Manchester United en Wembley con un gol de Hazard de penalti, para que el cuadro ‘blue’ termine su mala temporada con un título que sabe a premio de consolación, mientras que el United cierra el curso en blanco y con el subcampeonato en Premier.
A pesar de ser el trofeo más antiguo del mundo del fútbol, esta FA Cup 2018 no podía arreglar la temporada a ninguno. El posible último partido de Antonio Conte como técnico del Chelsea dejó un título en su segundo año, después de caer en la Copa de la Liga y la Community Shield ante el Arsenal, en Liga de Campeones frente al FC Barcelona, y, el mayor pero, no clasificar al equipo para la próxima Champions.
Ambos clubes mantuvieron su pobre nivel de juego durante el año, en un choque que apenas tuvo oportunidades claras de gol y que el ‘pelotazo’ fue el estilo de juego dominante. Con Álvaro Morata en el banquillo, saltó al campo casi en el 90′, Hazard y Giroud fueron las principales amenazas para el equipo de Jose Mourinho.
La primera mitad fue un monólogo ‘blue’. Hazard fue el más peligroso poniendo en varias ocasiones a prueba a De Gea. Pero el momento más importante ocurrió en el minuto 21 con un penalti de Jones sobre la estrella belga del Chelsea que él mismo propio marcó. Un gol que le serviría al conjunto de Stamford Bridge para llevarse el trofeo.
El encuentro se convirtió en un correcalles en los segundos 45 minutos. El cansancio comenzó a reinar en el terreno de juego y solo Giroud con algún disparo lejano creó peligro en la meta de los ‘red devils’. Aún así, fue el equipo de Manchester el que llevó la voz cantante con más de 20 disparos, pero solo cinco entre los tres palos.
Además, los de Mou vieron como les era anulado un gol de Alexis Sánchez por fuera de juego, siendo esa la única ocasión clara que tuvieron los de Old Trafford. En el minuto 80, el United pidió penalti por una posible mano de Cesc Fábregas que el árbitro determinó que era involuntaria con la ayuda del VAR, primera FA Cup con ese sistema de arbitraje.
De esta forma el Chelsea se alzó con la victoria y maquilló la temporada, dejando a Mourinho con un año en blanco en su segunda ciclo, después de los tres títulos del pasado curso. El luso pierde así su primera final copera en Inglaterra, siendo la séptima que juega. Ambos entrenadores acabaron el encuentro fundiéndose en un abrazo y dejando atrás las polémicas que protagonizaron en esta temporada.