Las redes sociales son portales de denuncia donde todo el mundo puede hablar sin tapujos. El feminismo ha encontrado en ellas un altavoz para sacar a la luz situaciones de las que hasta hace poco no se hablaba. “Tenemos que contar las agresiones, violaciones, compañeras. Este relato nos lo han hurtado. Debemos construirlo para que otras reconozcan…” tuiteó la periodista Cristina Fallarás. Ese tuit incuía por primera vez el hashtag #Cuéntalo.
El movimiento que dio inicio a la denuncia del acoso sexual en las redes sociales fue #Metoo. El hashtag, que recogía los testimonios de actrices de Hollywood, llegó hasta las alfombras rojas más importantes del mundo. Cantantes, modelos y celebrities siguieron contando sus historias como víctimas de machismo, abusos y acoso.
Cada vez más mujeres han atrevido a contar sus experiencias en sus perfiles de Twitter, Facebook o Instagram. Sin embargo, este movimiento ha estallado con la indignación ante la publicación sentencia del juicio de La Manada. Pocos días después y durante el transcurso de numerosas protestas, Twitter se convirtió en el portal de denuncia de cientos de casos de abuso y acoso sexual. Bajo el hashtag #Cuéntalo, centenares de mujeres han contado experiencias desgarradoras, desde violaciones hasta agresiones con violencia, pasando por micromachismos o acoso sexual callejero.
Un hashtag al que se han sumado personalidades como la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez. Historias en las que muchas otras que no se han sentido capaces de contar su experiencia aseguran verse identificadas. Tweets en los que se resume el miedo de las mujeres al volver a casa de noche o cuando un hombre les dedica gestos y palabras obscenas cuando van en transporte público o por un parque, entre otras muchas situaciones.
Recientemente Instagram también se ha convertido en un medio de denuncia. Varias modelos aseguran haber sufrido acoso sexual por parte del fotógrafo Danilson Gomes. Este es conocido en redes sociales como @Longshoots_, donde tiene más de treinta mil seguidores. La influencer, modelo y activista feminista Margalida María fue la que dio voz a muchas chicas, entre las que se incluye, que han denunciado que el fotógrafo les hacía comentarios incómodos durante las sesiones y las obligaba a cambiarse de ropa delante de él. Instagram ha reaccionado con una ola de rechazo hacia el fotógrafo que ha privatizado su cuenta y emitido un comunicado desmintiendo los hechos y aludiendo a causas racistas.