MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento ha abogado por «terminar con la prostitución» de la calles de Madrid y «sancionar a los puteros» con hasta 3.000 euros, según ha informado la portavoz de los socialista, Purificación Causapié.
Causapié ha participado en unas jornadas organizadas por el PSOE-M en el Centro Cultural Santa Petronila en el distrito de Villaverde. La portavoz ha asegurado que «Madrid es una ciudad que quiere decir No a la explotación sexual porque la prostitución es violencia de género y desigualdad».
Las jornadas las ha presentado el diputado autonómico y secretario general de PSOE de Villaverde, Enrique Rico, y la secretaria de Igualdad del PSOE-M, Lorena Morales. Durante su intervención ha informado que «España es el tercer país del mundo en consumo de prostitución y se estima que más de 100.000 mujeres en nuestro país se encuentran en situación de prostitución y el 95 por ciento de esas mujeres son víctimas de la trata».
Por su parte, Rico ha manifestado que la prostitución es «marginación, sexismo y que no habrá igualdad mientras haya prostitución». «Por eso esta ordenanza es muy necesaria», ha sentenciado.
MARCONI, «UN MONSTRUO QUE COME MUJERES»
Igualmente, el portavoz de la Asociación de Empresarios de Villaverde, Alberto Díaz, ha señalado que el polígono industrial de Marconi, que concentra a decenas de prostitutos, es «un monstruo que come mujeres» y por esto «hay que acabar con los puteros».
Por otro lado, Teresa Lozano, una de las portavoces de Towanda Rebels, una asociación que se dedica hablar con exmeretrices ha afirmado que la prostitución hace que «todas las mujeres estemos en peligro». Además, Lozano ha instado a abolir la prostitución «es necesario» y cree que hay «poner el foco en los puteros».
Asimismo, ha criticado, en alusión al caso de ‘la manada’, que haya «manadas que van todos los fines de semana a los puticlubs a violar a las mujeres sabiendo que el 90 por ciento de las mujeres que están ejerciendo la prostitución no quieren hacerlo» porque «como hay billetes de por medio, ése es el consentimiento».