La caca hinchable gigante de la campaña que desarrolló el Ayuntamiento de Torrelodones para que los vecinos recogieran los excrementos de sus perros se expone en La Haya, a raíz de la réplica que se ha fabricado por el Ayuntamiento de dicha ciudad europea.
Así lo han confirmado fuentes del Ayuntamiento de Torrelodones que han señalado que en estos días se está desarrollando una campaña similar en la ciudad, por lo que a raíz de la repercusión que tuvo la iniciativa puesta en marcha por Torrelodones 2016, se ha fabricado una caca hinchable.
En cuanto a si desde el Ayuntamiento de La Haya se ha contactado con el de Torrelodones para conocer cómo habían desarrollado la campaña de concienciación, han señalado que no. «Simplemente la vieron. Les pareció una buena idea y la han replicado», han añadido.
La campaña con la caca hinchable de Torrelodones se puso en marcha en mayo de 2016, bajo el lema de «Poner un huevo». El objetivo era concienciar a los vecinos propietarios de perros sobre la necesidad de recoger los excrementos de sus canes. «Nadie podía imaginar a que le surgiesen imitadores más allá de nuestras fronteras. Y así ha sido pues el ayuntamiento de La Haya también ha querido poner un huevo inspirándose claramente en la iniciativa llevada a cabo hace meses en Torrelodones», han puntualizado.
Desde el Gobierno de Torrelodones han señalado que desde el primer momento en el que se puso en marcha esta campaña los medios de comunicación locales y nacionales «se hicieron eco de esta iniciativa rápidamente».
«Resultado de ello fue que, poco después, el municipio de Moralzarzal se sumase a ella. De esta manera iniciaba su gira por diversas localidades madrileñas para, seguidamente, continuar su periplo otras localidades españolas. Ahora, es el Ayuntamiento de La Haya quien recurre a esta original campaña de concienciación. Cabe preguntarse hasta dónde llegará su impacto mediático», subrayan.
La caca de Torrelodones tenía una altura de dos metros y medio de altura y casi tres metros de ancho, con un peso de 30 kilos. Además de esta caca, se colocaron otras de menor tamaño elaboradas en cemento. El Ayuntamiento creó el hastag #nomascacas para que a quienes se fotografiaran con las cacas gigantes se les regalaba una camiseta y un folleto en el que, entre otras cuestiones, se recogían las distintas formas que tiene el castellano para designar a los excrementos.
Días después de estar expuesta la caca hinchable, unos desconocidos la robaron y el Ayuntamiento presentó una denuncia ante la Guardia Civil. El Consistorio encargó una nueva para reponer la sustraída y poder continuar con la campaña. La caca sustraída, según fuentes municipales, hasta el momento no ha sido recuperada.