Reitera su reconocimiento a España por la acogida y ha segura que ha mandado un símbolo político importante y necesario a nivel europeo
MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
La representante de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en España, Francesca Friz-Prguda, ha destacado «la enorme solidaridad» que el Gobierno español y la sociedad española han demostrado al acoger a los 629 refugiados e inmigrantes del buque Aquarius que desembarcaron el pasado domingo en el puerto de Valencia. «Llevo 25 años en ACNUR y pocas veces en mi vida he visto caras tan marcadas por el sufrimiento como la de las mujeres del Aquarius», ha señalado.
Durante un acto en el Ayuntamiento de Madrid con motivo del Día Mundial del Refugiado que se celebra el 20 de junio, Friz-Prguda ha destacado el entorno «acogedor y positivo» que hubo en el puerto valenciano, al que llegaron las más de 600 personas rescatadas en aguas del Mediterráneo central en tres embarcaciones.
Allí se desplazó un equipo multicisciplinar de ACNUR para ayudar en las labores de identificación de las necesidades de protección internacional de los recién llegados que, según ha destacado Friz-Prguda, «han pasado por lo peor» y tienen detrás «historias de trauma y atrocidad» tras una larga estancia en Libia.
Como ya hiciera este lunes el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, la responsable en España ha asegurado que la decisión del país de acoger a los inmigrantes y refugiados del buque «a nivel europeo ha mandado un símbolo político muy importante y necesario». También ha hecho hincapié en que recibieron «el trato más humano posible en la recepción» de estas 629 personas que estuvieron «a dos pasos en la muerte» en alta mar.
«NO SON CIFRAS, SON PERSONAS»
Asimismo, ha recordado que este fin de semana más de 1.300 migrantes han llegado en patera a costas andaluzas, «45 personas han desaparecido y se han recuperado cuatros cuerpos. En este contexto, ha destacado que en lo que va de 2018 más de 800 personas han perdido la vida en aguas del Mediterráneo intentando alcanzar Europa, de las que cerca de 300 iba camino de España.
«No son cifras, son personas -ha agregado– Y no es de recibo que nos quedemos sentados en butacas compadeciéndonos o ignorándolo». Así pues, sostiene que «hay que actuar de manera responsable y coordinada»» para que los que llegan tengan acceso a la acogida y considera que hay que desarrollar y poner en práctica «mecanismos estandarizados» ante las llegadas a las costas españolas.
A su juicio, es necesario trabajar «de manera conjunta y equilibrada», por lo que ha rechazado que sean países pobres o en vías de desarrollo los que acojan al «85% de los refugiados del mundo». «No puede ser y no debe ser así. Hay que repartir la responsabilidad entre todos y de forma justa», ha declarado. En este sentido, ha expresado su deseo de que la oferta de 40.000 plazas de la Unión Europea «se vayan concretando».
En cualquier caso, ha subrayado que tras la primera acogida no debe olvidarse que «viene la integración», al tiempo que ha reivindicado que los refugiados son «agentes activos» en una Europa «envejecida». Y, concretamente en España ve necesario «modernizar» el sistema de acogida «para hacer frente a las nuevas necesidades», «dar respuesta» a las más de 18.000 solicitudes de asilo que se han registrado en 2018 que, según ha vaticinado Friz-Prguda, va a terminar con «40.000 o 50.000» peticiones.
ESPAÑA «DICE BASTA YA» A LA XENOFOBIA Y ODIO
«Hay que adaptarlo ya», ha dicho, para después expresar su agradecimiento su «fuerte e inquebrantable» apoyo a los refugiados y «por decir basta» a los discursos xenófobos y de odio. «En 2017 la sociedad española fue la novena donante más importantes de ACNUR por delante de muchos gobiernos, incluso el español», ha concluido.
Por otro lado, respecto a la publicación del informe del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) que cifra en 68,5 los desplazados forzosos en el mundo, Friz-Prguda ha afirmado que 2017 se ha convertido en «el quinto año consecutivo récord». «Una de cada cien personas se encuentra desplazada», ha apuntado, recalcando que «muchos de ellos, el 53% de los desplazados son niños».
A su juicio, es «triste» que 44.000 personas se vieran obligadas a abandonar sus casas a la fuerza cada hora en 2017, más de 30 al minuto, debido a las guerras, la violencia y la persecución en sus países.