Admite que no se hicieron simulacros en la zona del arroyo y que estaban programados para septiembre
MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Miguel Ángel Oleaga, director del aeropuerto Madrid-Barajas desde 2001 hasta marzo de 2013, ha defendido hoy que la actuación de los efectivos de emergencias durante el accidente de Spanair el 20 de agosto de 2008, hace ahora casi diez años, fue adecuada y que no hubo problemas para acceder al lugar del siniestro.
Durante su comparecencia en la comisión parlamentaria que investiga el accidente, Oleaga ha afirmado que no se formaron colas de ambulancias esperando y que los primeros efectivos de emergencias ajenos al aeropuerto, llegaron a la zona donde se produjo el accidente 25 minutos después, un periodo de tiempo que ha considerado «razonable» teniendo en cuenta la distancia que tenían que recorrer.
Asimismo, ha defendido que no se cortara la actividad de una de las cuatro pistas, la más lejana al accidente, durante los hechos. «Se siguió una secuencia de acciones», ha explicado el exdirector ya jubilado, que ha concretado que primero se cerraron inmediatamente las dos pistas paralelas 36L y 36R y luego la siguiente más cercana. La única que no se cerró inmediatamente fue la de más al oeste, porque había operaciones y se consideró peligroso.
Estas actuaciones al frente del operativo de emergencia del accidente le costaron a Oleaga dos denuncias por presuntas negligencias, que finalmente no prosperaron, tal y como él mismo ha explicado.
UN NUEVO PROTOCOLO PARA COMUNICARSE CON LOS FAMILIARES.
Visiblemente afectado, Oleaga ha rememorado los primeros minutos tras el accidente del que fue una de las mayores tragedias que vivió en Barajas como director del aeropuerto. Minutos en los que, según ha afirmado, se siguieron los protocolos estipulados con la mayor celeridad posible.
Uno de los momentos más tensos para el exdirector de Barajas fue cuando tuvo que comunicar la lista de heridos a los familiares, que en esos momentos se encontraban en la sala de prensa de la T4 y llevaban mucho tiempo esperando para conocer la suerte de los pasajeros del avión.
«La persona que tenía que salir estaba muy afectada psicológicamente», ha explicado Oleaga, que ha señalado a continuación que, tras un debate con la compañía, según ha reconocido, se llegó a la conclusión de que tenía que ser él el que se encargara del asunto y ha asegurado que se trató adecuadamente a las víctimas.
En principio, la intención era decir toda la lista de los pasajeros que se encontraban en el avión y no solo la de heridos, explica Oleaga, pero finalmente, por la «tensión» del momento –recuerda que tuvo que ser escoltado– no se realizó. En este punto el antiguo director de Barajas ha celebrado que el protocolo haya cambiado y haya una persona entrenada y preparada para realizar este tipo de tareas.
PREPARACIÓN PSICOLÓGICA, UNA PUNTA DE MEJORA.
La preparación psicológica es de hecho uno de los puntos de mejora que propuso el director para la mejora de la operatividad del aeropuerto. Respecto a si la presencia de un arroyo en la zona del accidente afectó negativamente a las tareas de rescate, Oleaga ha dudado que si se hubiera canalizado se hubiera evitado la muerte de personas.
De hecho, el director ha asegurado que ni a los jueces que investigaron el caso les quedó claro el efecto del arroyo, y ha defendido que en el momento se protegieron las zonas que los expertos estimaban que podrían ser mas proclives a accidentes, y ni en esos momentos ni ahora, le pareció que el espacio entre las pistas 36L y 36R lo fuera.
Es precisamente por esto, por lo que Oleaga ha admitido que ninguno de los simulacros que se habían realizado hasta el momento tuviera lugar en esa zona. Ese año el simulacro estaba programado para septiembre.