Las tapas son una seña de identidad de nuestra gastronomía, sin embargo, a veces, resulta difícil un lugar donde traten con cariño esta forma de entender la cocina. Pero estamos de enhorabuena porque aún quedan sitios donde siguen rindiendo culto a la tapa; uno de ellos es Deliquio Gastrobar.
Variedad y calidad no tienen por qué estar reñidos, no tienen que ser conceptos antagónicos. En Deliquio lo saben bien y por eso nos ofrecen gran cantidad de opciones pero sin perder un ápice de calidad.
Si te recomendamos ir a conocer Deliquio es principalmente por un motivo: su carta. Producto de primera, bien tratado, con sencillez y también con creatividad.
Para empezar, podéis compartir ensaladas y otros productos ‘del huerto’, huevos rotos con patatas a lo pobre (con boletus y foie o jamón), croquetas (¡qué delicia las de cecina y queso de cabra!) o bocaditos de Idiazábal.
Si disfrutas de los productos de mar, debes probar sus tartares de salmón o atún rojo o un exquisito pulpo empanado con ali oli de pera que te sorprenderá. Pero sus carnes también son unos ‘must’ de Deliquio: el picantón, las lágrimas de cerdo ibérico o un clásico que nunca falla; el entrecot.
Esto sólo son algunas sugerencias de las que te encontrarás, pero sus pinchos y tostas merecen atención especial. ¡Imposible decantarse por alguno en concreto! Mejor ir varios… y compartir.
Hay que dejar hueco para los postres porque harán las delicias de todos los golosos. Dulces caseros, sencillos en su ejecución, pero extraordinarios de sabor. Nosotros probamos el vasito tropical (con piña, mascarpone, coco y almendras crocanti) y el tocino de cielo y ya estamos paladeando sólo de pensarlo.
Cuándo: De lunes a jueves de 12:30 a 16:30 y de 19:30 a 23:00. Viernes y sábado de 12:30 a 0:00. Domingo de 12:30 a 23:00
Dónde: Deliquio Gastrobar. Calle del Corazón de María, 61. Metro Alfonso XIII