El mundo romano lleva cautivando a los creadores occidentales desde al menos el neoclasicismo. La historia de emperadores de los que solo tenemos testimonios históricos sesgados ha sido objeto de fascinación y de repulsa desde hace siglos, y un espejo para nuestros gobernantes. Es el caso de ‘Calígula’, protagonista de la obra homónima de Albert Camus, en la que se reflexiona sobre el poder y sobre la figura histórica de este demencial dirigente.
EL PODER ABSOLUTO
La obra muestra al emperador devastado por la muerte de su hermana Drusila, con la que mantenía una relación incestuosa. Pero no solo es su afecto lo que hace que Calígula se estremezca: por primera vez en su vida, es consciente de la mortalidad humana, que le afecta de manera directa.
Es entonces cuando el monarca se convierte por completo en el monstruo que la Historia ha recogido. En cuanto empiece a cometer atrocidades, empezará a despertar suspicacias tanto entre sus consejeros como entre el pueblo que debería gobernar. Aun así, Camus humaniza a esta figura histórica que nació creyéndose un dios, y que reaccionó de manera desproporcionada al descubrir que no lo era.
LA MENTE DETRÁS DE LA OBRA
Albert Camus es uno de los intelectuales de la izquierda francesa más destacados del siglo XX. A lo largo de su trayectoria, realizó numerosos ensayos sobre la época que le tocó vivir, así como significativas obras de ficción.
Entre ellas destaca ‘El extranjero’ y esta ‘Calígula’, más atroz en la superficie pero con un mensaje final ligeramente más esperanzador, y con unos valores humanistas que se esconden detrás de la polémica figura del emperador.
CALÍGULA
Después de John Hurt y Malcolm McDowell, Pablo Derqui recoge el testigo para interpretar al repulsivo personaje principal. La obra estará dirigida por Mario Gas, y se representará en el Teatro María Guerrero. Calígula viaja de Roma a Madrid, y deja un reguero de sangre detrás.
Lugar: Teatro María Guerrero, Calle de Tamayo y Baus, 4
Fecha: Hasta el 30 de diciembre
Horario: 20:00
Precio: 6-25€