Madrid se convierte en febrero en la referencia mundial en arte contemporáneo. No sólo se celebra la 38ª edición de ARCO, sino que con ella llegan toda una serie de ferias satélites que además de permitirnos conocer las propuestas artísticas más novedosas, atraerán a nuestra comunidad a miles de visitantes de todos los lugares del mundo.
La cultura y la vanguardia se convierten así en un excelente reclamo para consolidar a la región como referente del turismo de calidad.
En este sentido, mientras la evolución nacional de visitas turísticas en los últimos años es de cierto estancamiento, la Comunidad de Madrid muestra un crecimiento muy importante, no solo en número sino que también se consolida como la región en la que más gastan los visitantes internacionales.
Y es que el arte no solo es cultura y ocio, es también turismo, industria, economía y por lo tanto trabajo. Todo está conectado, y cuando la Comunidad de Madrid apuesta por un turismo cultural de calidad lo hace también por un desarrollo descentralizado, sostenido y sostenible que no solo brinda la mejora oferta cultural a los madrileños, sino que también genera riqueza para todos.
ARCO, Art Fair, JustMAD, Drawing Room, Art Mad… son solo algunas de las citas culturales en las que removerán conciencias los mejores talentos del arte contemporáneo, pero son solo una pequeña muestra de carácter temporal de lo que nuestra región ofrece durante todo el año.
El Museo Reina Sofía, el Thyssen o el Centro de Arte 2 de Mayo para los amantes del arte más moderno y de vanguardia, la extraordinaria programación de los Teatros del Canal, el liderazgo en el boom de las artes escénicas, el casco histórico de Alcalá, el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, los Jardines de Aranjuez, los innumerables palacios, iglesias, monumentos… y muy especialmente este año el Museo del Prado.
En pleno corazón de Madrid una de las pinacotecas más importantes del mundo cumple 200 años. Centro de referencia internacional y uno de los principales recursos turísticos de la región, el Museo recibió el año pasado 3,6 millones de visitantes. Pero el Museo Nacional del Prado es mucho más que un reclamo turístico, sus maestros nos hacen pensar, nos calman, nos agitan, nos elevan y nos llenan de luz. Sus lienzos nos hacen preguntas y nos dan respuestas, nos hacen dudar, vibrar, apasionarnos y estremecernos.
Qué mejor momento que este aniversario para pasear por sus salas bajo la atenta mirada de papas, artesanos, reyes, santos, dioses y campesinos mientras nos (re)conocemos en silencio.
Yo les recomiendo que vayan y dialoguen con las figuras místicas de El Greco, con las siniestras pinturas de Goya, con las Meninas de Velázquez, con la violenta belleza de Ribera, con los rostros desgarrados de Van der Weyden, con los seres inquietantes de El Bosco, con el erotismo de Tiziano; enamórense de los detalles, esos que hay que tomarse tiempo para apreciar: terciopelos, sedas, cielos de mediodía, heridas abiertas, mugre en los dedos, fraguas ardientes, crines al viento, cerámicas y cristales…
Madrid es sinónimo de excelencia artística, algo que debemos potenciar y proteger, pero sobre todo celebrar y disfrutar.
