Max Beckmann fue uno de los artistas que, tras el ascenso de Hitler al poder, huyó de Alemania. Esto le llevó, con el tiempo, a trasladarse a Estados Unidos, donde sus cuadros alcanzarían una fama más allá de sus fronteras. Su estilo expresionista, calificado de degenerado en su país de origen, le valió aplausos por parte de la crítica y un reconocimiento que llega hasta hoy. El Museo Thyssen acogerá una exposición sobre este pintor, que durará casi todo el mes de enero.
UN REFLEJO DEL ALMA HUMANA
La muestra recoge las obras más reconocidas del artista, caracterizadas por retratar el lado más triste del ser humano. La crudeza es el principal patrón que une todas sus obras, y algo que le valió críticas dentro y fuera de Alemania.
Este estilo descarnado refleja también el exilio que sufrió en sus propias carnes, y la situación desesperada del hombre moderno. Por ello, la exhibición gira en torno a esta desgracia en su vida, y explica las circunstancias personales que le dieron forma a la obra del pintor.
DOS MITADES BIEN DIFERENCIADAS
Acentuando la división entre el Beckmann de antes y después de su exilio, el Museo Thyssen ha separado la exposición en dos partes. La primera de ellas, con una cantidad menor de obras, refleja la trayectoria de este pintor en su Alemania natal, durante la República de Weimar.
Sin embargo, lo más destacable es la segunda mitad de la exposición, dedicada a sus proyectos artísticos fuera de estas fronteras, y que está articulada en cuatro partes distintas, dispuestas en torno a la idea del exilio. Por lo tanto, será un viaje a la psique del pintor alemán que murió en Nueva York.
BECKMANN. FIGURAS DEL EXILIO
Lugar: Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Paseo del Prado, 8
Fecha: Hasta el 27 de enero
Horario: De martes a sábado, de 10:00 a 20:00. Domingo, de 10:00 a 19:00
Precio: 12€