La Comunidad de Madrid tiene su origen en el Estatuto de Autonomía aprobado en 1983, hasta entonces la ciudad había sido villa, capital y, en conjunto con parte de los municipios que hoy la conforman, provincia. Sin embargo, siempre ha vagado entre los territorios de Castilla La Vieja (actual parte de Castilla y León) y Castilla La Nueva. Su población la componen personas de diversos puntos de España lo que ha planteado dudas en torno a al existencia de Madrid como una comunidad con su propia historia, cultura e identidad.
DE PROVINCIA A COMUNIDAD AUTÓNOMA: UNA REGIÓN ‘ARTIFICIAL’
«Ya el corro se rompe, ya se hacen estado los pueblos y aquí de vacío girando sola me quedo» dice la letra del himno poco conocido de la Comunidad de Madrid. De forma irónica esta melodía retrata el origen de la Comunidad como tal, en unas condiciones algo llamativo. Si bien es cierto que regiones como Andalucía, Aragón, Galicia, el País Vasco o Cataluña tenían que constituirse como Comunidades por su historia, lengua y cultura, Madrid no está muy claro que tuviera ese rasgo definitorio de sus gentes y localidades. «y yo soy todos y nadie, político ensueño» dice el himno.
Madrid había sido provincia desde el año 1833, cuando se llevó a cabo la división de España por provincias de Javier de Burgos. Madrid pertenecía a Castilla La Nueva, de la que formaban parte Toledo, Guadalajara, Cuenca y Ciudad Real también. Aunque antaño, ciertas zonas del territorio de Madrid habían pertenecido a otras provincias, el norte y el oeste a Segovia y el este con ciudades como Alcalá de Henares o Chinchón a Toledo.
Desde entonces y hasta la Guerra Civil, Madrid comenzó a crecer por su condición de capital del Estado. El abastecimiento de servicios como el agua del Lozoya y la industrialización contribuyeron a un aumento demográfico notable durante el siglo XIX. Durante la dictadura, Madrid se convirtió en el centro financiero y destino de miles de personas que se desplazaron desde de las zonas rurales, así creció anexionándose pueblos que hoy son distritos de la ciudad.
Las circunstancias de Madrid, con un crecimiento económico y demográfico progresivo y muy veloz llevaron a que las autoridades de Castilla La Nueva durante la Transición mostraran su preocupación por las circunstancias de Madrid y cómo estas podrían afectar al resto de provincias. Por tanto, se decidió constituir a la capital como Comunidad Autónoma mediante la aprobación el 1 de marzo de 1983 del Estatuto de Autonomía. Una sola provincia y 179 términos municipales, pero con gran relevancia administrativa y económica.
MADRID EXISTE Y ES PRODUCTO DE LA FUSIÓN DE CULTURAS
Quizás Madrid no tenga unos rasgos culturales históricos que daten de hace siglos, pero tiene su propia identidad cultural. Una identidad cultural que nace precisamente de la diversidad de culturas que han dejado su sello a lo largo de la historia en la capital. Harían falta muchos reportajes para hacer un recorrido histórico por los siglos que han llevado al territorio de aldea a villa, pero la capital sí que merece que se recuerden algunos de sus momentos álgidos.
Se dice que en los campos madrileños habitaron caballos, toros salvajes e incluso animales como leones, elefantes e hipopótamos durante el Paleolítico y el Neolítico. Durante la conquista de los romanos, ciudades como Alcalá de Henares tuvieron cierta importancia, aunque Madrid no pareció tener mayor relevancia. La villa de Madrid nació como núcleo de población musulmana en el siglo IX, se trataba de مجريط Maǧrīţ, Magerit en castellano.
Se convirtió en enclave cristiano en 1083 cuando Alfonso VI se la arrebató a los árabes. Desde entonces se mantuvo como ciudad del Reino de Castilla pero sin especial relevancia. Su esplendor como centro administrativo comenzó a producirse desde 1561 cuando Felipe II la designó la capital y estableció aquí la sede de la Corte.
Fue a partir de entonces cuando comenzó a crecer la población de Madrid y sus actividades como centro administrativo y económico del Estado. Su cultura, además, se ha nutrido durante siglos con las más grandes figuras de las artes: Velázquez, Lope de Vega, Quevedo, Góngora, Pío Baroja, Ortega y Gasset, María Dolores León, Juan Ramón Jiménez, Margarita Xirgú, Salvador Dalí, Luis Buñuel, Lorca y cientos de artistas se han inspirado en sus calles.
La confluencia de multiples culturas y personalidades ha sido lo que ha dado a Madrid su riqueza cultural y patrimonial. Hoy, la Comunidad cuenta con tres lugares Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO: San Lorenzo de El Escorial, la Universidad y recinto histórico de Alcalá de Henares y el paisaje cultural de Aranjuez. Además, cuenta con 11 villas que conservan el legado de algunos de los habitantes que han pasado por la región desde incluso el Paleolítico.