Esta semana se celebró el primer pleno en la Asamblea de Madrid desde que se decretó el Estado de Alarma en España, donde he tenido la oportunidad de preguntar al consejero de Vivienda y Adm. Pública, David Pérez, sobre las acciones que está realizando su Consejería para ayudar a las personas más vulnerables que, durante esta pandemia, están sufriendo las consecuencias de esta terrible crisis sanitaria.
Trabajar sin descanso con todos los colectivos en lugares tan complicados para vivir, y más para vivir en confinamiento como la Cañada Real, coordinar con todos los administradores de fincas para conocer y saber como están los mayores que viven solos en la Comunidad de Madrid, promocionar ayudas para el alquiler o establecer un Plan Regional de Vivienda con los principales agentes del sector inmobiliario, son sólo algunas de las innumerables acciones que el Gobierno de la Comunidad de Madrid está realizando estos días. Algunas de estas acciones tienen alcance mediático, otras muchas en silencio, sin darles publicidad, porque así es como se realiza el trabajo de verdad, pensando en las personas y no en titulares.
Con decisiones firmes, muchas de ellas pioneras, el Gobierno de la Comunidad de Madrid se ha ganado por méritos propios la confianza de los madrileños en la gestión de esta crisis, siendo esto, una de las claves para poder salir de cualquier situación complicada en la vida: la confianza.
Confianza en la gestión y confianza en saber que nos están contando toda la verdad, es lo poco que piden los españoles desde que hace más de 40 días nos encerramos en sus casas. Queremos que los gobiernos gestionen y no nos traten como a niños pequeños endulzándonos una situación que todos, hasta los niños, saben que es dramática. Decía en mi intervención parlamentaria que estas dos claves en esta terrible crisis, son exactamente las que no nos está dando el Gobierno de España.
Los líos, la descoordinación y los disparates en Moncloa, más propios de una serie de televisión dirigida por Matt Groening que por un gobierno serio de uno de los principales países del mundo, nos trasmiten en nuestro encierro, la misma inseguridad que nos da un piloto novel la primera vez que montas en un avión.
Los españoles necesitamos un liderazgo claro, sin decisiones que horas más tardes se rectifiquen, sin compras de material sanitario que una vez usado resulta ser defectuoso, sin dudas en las cifras de contagiados o fallecidos, ni mentiras en el material que se entrega a las comunidades autónomas, sin ocurrencias, sin improvisaciones y sin promesas vacías de que ya llegan unos test masivos que nunca llegan.
Y necesitamos que todo el Gobierno se centre en la crisis sanitaria, y no utilice esta pandemia de excusa para “colarnos” medidas comunistas como la expropiación de viviendas privadas o la apertura a la posible ocupación de viviendas cuando estén deshabitadas.
Terminaba diciendo en mi intervención que “cada rectificación del Gobierno de España pone de manifiesto la incapacidad para gestionar este grave problema, y cada decisión del Gobierno de la Comunidad muestra quien está gestionando pensando en las personas y no en números o ideologías.”
Como dice Vargas Llosa en su manifiesto, que la pandemia no se lleve las libertades.