Dicen que el Coronavirus COVID-19 ha venido para quedarse pero que se va a tomar una temporada de vacaciones en verano, como las familias que se lo puedan permitir.
Anuncian los técnicos sanitarios que, en otoño, el virus levantará la tregua y tendremos un rebrote. Los más atrevidos en sus premoniciones dicen que su actividad será más aguda que en estos meses atrás.
Habrá una diferencia entre un momento y otro. La primera se presentó casi, sin avisar y desconocíamos sus efectos. Pero ¿y si vuelve en otoño? Estamos avisados y conocemos los daños que nos ocasionará, sobre todo, a los mayores.
Pero no sé si estamos debidamente preparados.
Sabemos que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. ¿Tropezaremos de nuevo?
La pregunta no es para la sociedad civil, no es para las familias, no es para las empresas, que estarán ojo avizor a los primeros movimientos del maldito virus y reaccionarán de inmediato.
La interpelación es para los políticos que componen el Gobierno de España y los de las diecisiete Comunidades Autonómicas.
Los continuos cambios de opinión y declaraciones de la ministra de Educación, doña Isabel Celaá sobre la vuelta al “cole” de los alumnos, me hacen concluir que no está preparada ni sabe lo que se necesita.
Ha trasladado la responsabilidad a los Consejeros de Educación y éstos, en la mayoría de los casos, a los colegios que deben adaptar, con obras, los espacios para cumplir las distancias de seguridad. Tendrán que aumentar las plantillas, las rutas de los autobuses, los turnos de comedor, montar un plan de entrada y salida, asegurar y tranquilizar a las familias -en la medida de sus posibilidades- con las condiciones sanitarias del centro y de los profesionales de los centros educativos.
Y, con vistas a un nuevo y más que probable confinamiento y a las clases online. ¿Están preparados? Nos dicen que, sólo el cincuenta por ciento del profesorado está preparado para las TICs. ¿Todas las familias tienen acceso a la enseñanza a distancia? ¿Se ha pensado en las familias numerosas?
El Gobierno, del que es ministra la señora Celaá, ha aprobado un fondo de dos mil millones de euros en base al gasto de la escuela pública de las CCAA. Y ¿No tienen derecho a esas ayudas los padres que han elegido la concertada? ¿Son diferentes a los que han optado por la pública para sus hijos?
¿Estamos preparados para atender de manera inmediata a nuestros mayores al primer síntoma de la enfermedad? ¿Hay en la Comunidad de Madrid, 100, 150, 200 camas medicalizadas o las que sean necesarias según los técnicos, donde trasladar a los mayores, tanto de residencias, como de sus casas, a la más mínima señal de posible contagio?
¿Tienen las Consejerías de Sanidad, Políticas Sociales e Interior, preparados recintos donde aislar y atender a los mayores de las residencias en cuanto sea necesario?
Además de lo anterior, hay un sinfín de asuntos -el teletrabajo, ayudas a familias, el pago de los ertes, etc.- que después de tres meses y a falta de otros tres para el inicio del curso no ofrecen unas perspectivas de seguridad.
Ojalá que me equivoque, pero todo me hace pensar que nuestros gestores políticos no están preparados ni han tomado todas las precauciones necesarias para que podamos afrontar el rebrote de otoño con las máximas garantías de seguridad.