La Feria del Libro de Madrid, suspendida esta primavera a causa de la emergencia sanitaria por la pandemia, se celebrará finalmente entre el 2 y el 18 de octubre en el Parque del Retiro.
Así lo ha decidido la comisión organizadora que integran libreros, editores y distribuidores. La propia comisión ha acordado mantener la convocatoria de la feria ya que, asegura en un comunicado, considera «ineludible volver a una normalidad de toda la industria». Se efectuará de este modo «un inicio gradual y seguro de la actividad en ferias, librerías y editoriales».
«Poner en marcha la industria del libro es ahora mismo más importante que nunca, pero siempre con la mayor seguridad y responsabilidad». Así, la feria se regirá por «estrictos» controles de seguridad siguiendo los protocolos establecidos para garantizar la salud de montadores, repartidores, expositores y visitantes.
Y, en el supuesto de una hipotética cancelación de la Feria del Libro por la autoridad sanitaria y por razones de fuerza mayor, el dinero desembolsado por los expositores para su participación les será devuelto por la Feria.
Para su celebración, la Consejería de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid aportará 300.000 euros, una cantidad sin la cual la Feria del Libro de Madrid «no podría celebrarse en 2020», destaca el comunicado de la comisión organizadora.
En este sentido, la consejera de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, ha indicado que la feria del libro de El Retiro «es un clásico de la vida cultural de Madrid» y por eso se debe hacer «lo imposible» para que no deje de celebrarse.
Y aunque para la Comunidad de Madrid «supone sin duda un esfuerzo presupuestario», es necesario a la vez para apoyar la recuperación del sector, ha señalado la consejera.
La Feria también contará con la aportación de 66.000 euros del Ayuntamiento de Madrid a través del Área de Cultura, Turismo y Deporte, que ha promovido la declaración de la Feria en el Retiro como Bien de Interés Cultural.
Mientras, el Ministerio de Cultura y Deporte ha confirmado a la comisión que también que mantendrá su aportación de 15.000 euros a la feria «en cualquier circunstancia».
Los organizadores han agradecido a las administraciones y patrocinadores su ayuda para tomar la decisión de mantener esta cita.
La semana pasada, la comisión decidió aplazar al jueves la decisión para requerir el «apoyo» de las administraciones públicas en la «cobertura del 100 % de los costes» de una eventual cancelación de la Feria por causa de la COVID-19, así como el apoyo económico necesario para «sufragar los gastos extraordinarios» que suponen las medidas sanitarias para garantizar las condiciones de salud.
A finales del pasado mes de abril, el director de la Feria del Libro, Manuel Gil, se dirigió por carta a los participantes para explicarles el escenario que se contemplaba para la celebración en octubre de una «feria segura», con medidas como desinfección de casetas y pabellones dos veces al día, arcos de medición de temperatura, control de acceso y limitación de aforo, y medidas extremas de distanciamiento social.
En concreto, los protocolos de seguridad contemplados precisan un rediseño de la feria para poder acotar espacios en los que poder implementar las medidas, un planteamiento que fue discutido con empresas de infraestructuras y tecnologías.
La Feria tiene como lema para la edición de este año «La Cultura en pie«.