En un año en el que hace falta más ilusión que nunca, el sonido de las bolas del Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad girando dentro de los bombos nos sonarán a música celestial, mientras soñamos con que nuestro número sea el agraciado este 22 de diciembre.
Unos bombos que ya están listos para la acción y que acaban de llegar al Teatro Real de Madrid, aunque esta vez con unas medidas especiales por el protocolo anticovid.
No obstante, un año más, y ya van diez, se ha podido ver cómo eran introducidos en este escenario los dos bombos realizados en bronce y latón -el de los números y el de los premios-, que serán los encargados de llevar la suerte a miles de ciudadanos el próximo martes. En total se repartirán 26.322.880 premios.
El bombo grande recogerá las 100.000 bolas de los números que participan en el sorteo. Fue fabricado en 2006 y tiene una esfera de 1,58 metros, mientras que el pequeño con un diámetro de 0,74 metros.
También se ha producido el desprecintado de las bolas de números y las 1.807 bolas de premios (entre ellas, la del popular Gordo, con 4 millones de euros por serie), todas ellas fabricadas en madera de boj, con los números grabados en láser y con el mismo peso (3 gramos) y el mismo tamaño (18 milímetros).
La entrada de este material en el coliseo madrileño se ha realizado con un estricto protocolo de seguridad sanitaria, que ha contemplado la desinfección de los elementos que intervienen en el sorteo y de los camiones que los han transportado.
Además, todos los profesionales que han accedido al escenario han tenido que someterse a una prueba de antígenos para garantizar la seguridad de todos los asistentes.
Desde este martes todos los elementos que intervendrán en el sorteo más esperado por los españoles permanecerán en la planta menos dieciséis del Teatro Real hasta la madrugada del 21 de diciembre, cuando serán subidos al escenario.
Hasta entonces, permanecerán custodiados bajo estrictas medidas de seguridad las 24 horas del día y compartirá el recinto a partir del 18 de diciembre con el montaje de la ópera «Don Giovinanni», de Mozart.
Un sorteo atípico… y sin público
El sorteo de este año será bastante atípico por las limitaciones que impone la covid-19. Entre otras estampas que nos perderemos, serán las de los disfraces con los que muchos acuden este día al Real, ya que no habrá público y la presencia de los medios se ha reducido en un 50%.
Tampoco se podrán hacer entrevistas a los niños de San Ildefonso, que, como el resto de asistentes, deberán permanecer con mascarilla y solo podrán quitársela cuando vayan a cantar.
A todas las personas que estén sobre el escenario se les realizará un test de antígenos y mantendrán una distancia de seguridad de dos metros entre sus posiciones en el salón.
Los bombos de las bolas estarán más separados de lo habitual para poder garantizar la seguridad de los trabajadores y una mampara se colocará entre los profesionales del sorteo.
La mesa presidencial está compuesta por cuatro personas, en lugar de las cinco que lo hacen de forma habitual, para poder asegurar una distancia mínima de seguridad entre ellas.
Este año están disponibles para este sorteo un total de 172 millones de décimos, 172 series de 100.000 números cada una.
La emisión alcanza los 3.440 millones de euros, de los que se reparte un 70 % en premios, con lo que el próximo 22 de diciembre se repartirán 2.408 millones de euros en premios.
El Gordo estará dotado de 400.000 euros al décimo. El segundo premio será de 125.000 euros al décimo y el tercero repartirá 50.000 euros al décimo.