Jonathan Moñiz Alcaide ‘El Piojo’ y su hermano Miguel Ángel son los dos presos que este sábado se han fugado de la cárcel de Valdemoro. Ya en 2012 cuando la Guardia Civil desarticuló la banda de aluniceros que lideraba Jonathan su historial delictivo contemplaba más de 50 robos y tenía en vigor ocho órdenes de búsqueda. Comenzó a conducir, e incluso a delinquir, con siete años.
Cómo fue la fuga
Según señalan los investigadores ambos reclusos contaron con la colaboración de otro preso para forzar la cerradura de un almacén, serrar los barrotes de esta dependencia y descolgarse por el muro con una soga.
El colaborador fue interceptado por los funcionarios, mientras que los dos hermanos lograron fugarse la evasión utilizando como señuelo a un tercer preso, que también fue detenido.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha abierto una investigación y revisa las cámaras del centro penitenciario para aclarar las circunstancias de la fuga, la segunda que se produce en una cárcel de competencia de la administración central en los últimos tres años.
Culturismo y motocross
Gran aficionado al culturismo y al motocross, como se puede observar en su perfil de la red social Facebook, la última fotografía (selfie) compartida por Jonathan Moñiz data del pasado 13 de noviembre.
La anterior la publicó hace más de tres años. La primera en 2014, donde da muestra de su progreso en el culturismo, algo que ha mantenido en el tiempo por su ‘profesión’ y que sin duda ha resultado clave en la fuga de la prisión de Madrid III Valdemoro.
El historial de ‘El Piojo’
En marzo de 2012, la Guardia Civil desarticuló una banda de jóvenes, a la que pertenecían los dos fugados, a la que se atribuyó cincuenta robos en Madrid y alrededores, la mayoría en concesionarios de vehículos.
La banda la lideraba el El Piojo, Jonathan Muñiz Alcaide, quien entonces, a sus 25 años, era un «cotizado» experto en alunizajes y robos a mazazos, hasta el punto de que trabajaba para otras bandas.
Su organización fue supuestamente la autora del robo perpetrado a principios de febrero de 2012 en un concesionario de coches del distrito de Fuencarral de Madrid, del que fueron sustraídos 19 vehículos de alta gama, así como de varios alunizajes en la denominada Milla de Oro, incluida una tienda de Loewe.
El Piojo solía encargarse de conducir los coches de alta gama en los que huían los entonces arrestados y en ocasiones trabajaba para otras bandas, que requerían sus servicios cuando planeaban robos importantes.