En tiempos de pandemia, el arte no ha dejado de cumplir su papel haciéndonos reflexionar, reconectándonos con la belleza, proponiéndonos metáforas para pensar en el momento que vivimos y animándonos para observar más allá de lo que vemos a simple vista.
Por eso quisimos conversar con el autor de la exposición “SUEÑOS LÍQUIDOS”, el fotógrafo Miguel Mas, un biólogo de formación que juega con los fluidos y la alta velocidad, logrando asombrosas imágenes que nos recuerdan que la vida es un flujo constante, lleno de momentos imperceptibles. Una aproximación al mundo escondido de lo efímero que ocurre fuera de nuestro foco de atención. Una cercanía distorsionada que nos hace darnos cuenta de que nada es lo que parece.
Miguel, buenas tardes. Gracias por hablar con nosotros y por seguir creando en estos tiempos que paralizan a muchos. ¿Quién es Miguel Mas? ¿Cómo te presentarías? ¿Fotógrafo, biólogo, Quién eres?
La verdad es que soy muchas cosas, como todo el mundo. Ahora mismo me defino más como fotógrafo, pero la biología ha marcado bastante mi carácter. Y de hecho el tipo de fotografía que hago viene marcado por la parte científica que tengo. Entonces podemos decir que soy un fotógrafo/biólogo que acompaña una cosa de la otra.
¿Desde cuándo se cruzó la fotografía en camino?
Me doy cuenta, analizando un poco mi vida, que la fotografía ha estado ahí siempre. Lo que pasa es que, por otras cosas de cómo definimos lo que queremos hacer de mayores, no era una opción que estuviera nunca en primera línea. Entonces yo era buen estudiante, me gustaban tanto las ciencias como las letras o los idiomas, pero elegí biología porque me gustaba mucho. En mis primero trabajos acabé en el mundo comercial y llegó un momento en el que yo me planteaba que lo que estaba haciendo me gustaba, pero ya lo había hecho y necesitaba hacer algo más creativo. Realmente era una llamada de la creatividad, no sabía muy bien de qué forma, pero algo creativo. Entonces pude tener una pausa mi vida y pude escucharme a mí mismo y supe que lo que necesitaba era hacer fotografía, pero fotografía creativa. Donde pudiese expresarme de manera diferente.
Tú eres biólogo, ¿Cómo influido la visión científica en tu proceso creativo cómo fotógrafo?
Bastante, porque de hecho aplico bastante el método científico, al final yo hago una fotografía y es un poco experimental. Muchas veces ni se lo que voy a obtener. Ahora ya tengo una técnica, con la que trabajo y más o menos sé en qué espectro me voy a mover, pero yo no sé a ciencia cierta… Además, juego con elementos como el agua a alta velocidad o diferentes tipos de luz o diferentes movimientos de líquidos que no sé muy bien cómo se van a comportar… Entonces, mediante la repetición surgen caminos que me llevan a resultados que me gustan, otros que no sigo explorando porque no me gusta el resultado. Entonces voy abriendo nuevas variantes que me van llevando a lo que considero válido, que es al final el método científico, prueba error.
El tiempo, más bien el paso del tiempo, es otra de las variables de las que te vales para crear tus fotografías. ¿Qué historias nos cuentas, por ejemplo, en estas imágenes de tu exposición “Sueños Líquidos”?
Me ha llamado desde siempre la atención el concepto de la fotografía como lo que significa la congelación del tiempo. Yo llevo esto un poco más al extremo porque utilizo la fotografía de alta velocidad, que consiste en utilizar una iluminación cuya duración es, en mi caso, alrededor de 60 milésimas de segundo. Quiere decir que yo puedo congelar imágenes que ocurren muy, muy rápido y que son imperceptibles para el ojo humano. Desde un punto de vista metafórico, lo que nos enseña es que hay muchos detalles en nuestra vida que son imperceptibles y si lo extrapolamos a nuestro día a día te das cuenta de la cantidad de las miles de cosas que están pasando en nuestras vidas sin que seamos conscientes, mientras perseguimos una meta ideal. Esta es una manera de que te des cuenta de que el camino está lleno de pasos que son importantes y, al ser fotografía y ser una expresión artística, que son momentos hermosos y bellos, que tienes que pararte a observar y de los que puedes aprender o simplemente darte un caprichito y pasar un buen rato con ellos.
Miguel, ¿Vamos mirando pero no observamos?
Así es, claro. De hecho el título de mi exposición “Sueños líquidos” está muy relacionado con el concepto de mundo líquido de Bauman y va un poco en esa dirección. El momento en el que vamos tan sumamente rápido que pasamos por alto lo real de la vida. O sea, vivimos en una irrealidad permanente, en una sensación de desasosiego, en una insatisfacción crónica porque nos ponemos unas metas a las que nunca podemos llegar y pasamos por alto lo que pasa entre medias que es la vida al final.
También te planteas con las fotos los tipos de relaciones que tenemos, la diferencia entre mirar y observar y una realidad que no siempre concuerda con lo que vemos a simple vista…
En el caso de la alta velocidad o en el caso de los fluidos mezclándose es una crítica al mundo rápido, a la velocidad con que hacemos las cosas sin darnos cuenta del todo. Y luego tengo la parte de la fotografía en la que utilizo personas, que es precisamente como empezó la serie sueños líquidos, que eran escenas de personas que están difuminadas, que están distorsionadas y ahí mi critica va un poco más sobre el desconocimiento que tenemos unos de otros en este momento en el que, de nuevo volvemos a ir tan rápido y tenemos unas expectativas un poco a veces equivocadas de lo que es ser amigo de alguien o ser conocido de alguien. Ahora tenemos miles de amigos, miles de seguidores, comentamos a todo el mundo, somos… nos conocemos “muchísimo” y no conocemos a nadie.
¿Cómo estás viviendo esta pandemia y como te afectado a ti y a tu trabajo?
Pues sí que es verdad que desde un punto de vista comercial con bastante impacto, porque ha habido menos movimiento, sobre todo los primeros meses, pero desde un punto de vista creativo, muy activo. Porque he utilizado todo el tiempo libre que tenía para encerrarme y crear. He podido crear mucho material, centrarme en conceptos y mejorar técnicas y de hecho de este tiempo han salido muchas de las fotografías que componen esta serie de “sueños líquidos”. Así que puedo decir que ha sido positiva para mi parte creativa.
Fotos: ©️ Beatriz Durán Balda (Madrid es Noticia)
¿Qué crees que nos puede aportar el arte a todos?
Yo creo que nos puede servir para salir de nuestra zona de confort, para pensar más allá de nuestra manera de pensar, muchas veces, lineal. Y abrirnos un poco el espectro mental y ver nuevas opciones, porque en el arte no hay límites, entonces nosotros muchas veces nos auto limitamos… Hay que estar siempre abiertos al cambio y el arte es eso evolución y cosas disruptivas.
Express: ¿Optimista o Apocalíptico? Apocalíptico. ¿Blanco y negro o color? Blanco y negro. ¿Ciencia o creencia? Ciencia. ¿De mayor quieres…? De mayor quiero ser feliz y estar tranquilo. ¿Un sueño líquido? Pues que nos diluyamos todos y nos entendamos. ¿Vino o cerveza? Cerveza.
La serie “Sueños líquidos” estará expuesta hasta marzo, inaugurando el ciclo “ART&BEER” y se podrá disfrutar de sus fotos en Barista, calle Hortaleza 51 mientras tomas algo y apoyas los locales madrileños.
