Desde que empezaron las restricciones por la pandemia, cada día se abren encarnizados debates acerca de qué libertades deben ser recortadas para tratar de contener los contagios por coronavirus. Y estos se multiplican cuando se acerca un puente o un periodo festivo, como ha sucedido en este caso con la Semana Santa.

Ante el temor a que, tal y como sucedió después de Navidad, haya un nuevo repunte de casos, el Ministerio de Sanidad barajó ampliar las ya contundentes medidas, sondeando con las comunidades la posibilidad de adelantar el cierre de la actividad esencial e incluso el toque de queda a las 8 de la tarde. La respuesta, salvo en casos contados, fue unánime: No.

Por tanto, y tras la reunión del Consejo Interterritorial, se ha optado por mantener el paquete ya consensuado de cara a San José, y lo que ahora está sobre la mesa es cómo hacer efectiva, con la colaboración del Ministerio del Interior, la declaración de actuaciones coordinadas para Semana Santa acordada entre Sanidad y las comunidades.

Entre estas medidas, que son de obligado cumplimiento, se encuentra el cierre perimetral de las comunidades y el toque de queda a las once de la noche.

Aun así, la ministra de Sanidad, ha querido dejar claro que se trata de un «acuerdo de mínimos» y que las comunidades que lo consideren, en función de su situación epidemiológica, pueden endurecerlas, como ya están haciendo varias. También se incrementarán los controles de tráfico en los trayectos de corto recorrido.

Cambio de tendencia y más control en Madrid

Darias también ha insistido en que los datos epidemiológicos conocidos este miércoles muestran un «posible cambio de tendencia» y que hay un repunte claro en diez comunidades autónomas.

Entre ellas se encontraría la región madrileña, donde se sigue viendo con preocupación la llegada de turistas extranjeros.

La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha reiterado su petición de que se extremen los controles en el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez en la Semana Santa: «La Comunidad Madrid está cerrada, pero puede seguir recibiendo todo tipo de vuelos, como es normal, pero nos preocupa ya que consideramos que sigue habiendo un control insensato sobre el aeropuerto», ha dicho.

Una petición a la que se ha sumado la candidata de Más Madrid a la Presidencia de la Comunidad, Mónica García, quien ha pedido al Gobierno central que limite la entrada de turistas procedentes de países que tengan más incidencia acumulada que España, para que Madrid no se convierta en «el ‘after’ de Europa».

Sobre este punto, el de las acusaciones de García de que existe un turismo de borrachera, se ha referido el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, pidiendo a la izquierda «coherencia» y que «si de verdad consideran» que existe este turismo en Madrid, se dirijan al Gobierno central y solicite que se cierre el aeropuerto de Barajas, y ha reclamado que «no se manche» la imagen de la ciudad porque haya unas elecciones.

«Del total de turistas franceses que llegaron a España en el mes de enero», el «último dato que tenemos», «solo el 5 %» fue «directamente a Madrid», ha explicado.

«En segundo lugar», Almeida diría a quienes sostienen el discurso del turismo de borrachera que «la inmensa mayoría de los que vivimos en esta ciudad cumplimos las normas» y en tercer lugar que «pregunten a los hosteleros, a los restaurantes y a los comerciantes si porque vengan turistas, que en su caso se puedan emborrachar e infringir nuestras normas, tenemos que castigarles a ellos».

Almeida ha reiterado que «no conviene lanzar mensajes que estigmatizan la imagen de la ciudad de Madrid» ni que «tratan sobre todo de tirar abajo el esfuerzo increíble que está haciendo todo el mundo en esta ciudad por salir adelante sencillamente porque hay unas elecciones el 4 de mayo».

También se ha pronunciado sobre este tema la embajada francesa en España, que han tirado de humor para asegurar que a «hordas de franceses siempre nos gustarán Madrid y España».