Si bien no se puede considerar todavía a Madrid como una ciudad adaptada a las bicicletas, los pasos en este sentido son cada vez mayores y, a corto, plazo, tendremos una urbe en la que este medio de transporte cobrará un mayor protagonismo.
Uno de los proyectos que marcará un punto de inflexión en este aspecto es el carril bici del Paseo de la Castellana, que unirá Atocha con Plaza de Castilla y que, según ha desvelado el concejal del Área de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante contará finalmente con 13 kilómetros.
Serán, en concreto, seis kilómetros y medio en cada uno de los sentidos, con un itinerario «segregado, continuo, seguro y conectado» con toda la red de carriles bici de la capital. Esta nueva infraestructura se convertiría, según el consistorio, en «la columna vertebral de la movilidad ciclista en Madrid».
Objetivo: el primer tramo en verano de 2022
Este proyecto, que ya ha sido presentado a las asociaciones ciclistas y a los grupos municipales de la oposición, contará con seis tramos: el primero y más largo (2 kilómetros) va desde Plaza Castilla hasta Raimundo Fernández Villaverde. Comenzará su licitación en junio de este año con un plazo de ejecución de doce meses y un presupuesto de seis millones de euros.
La construcción de los otros cinco tramos continuará en diciembre de 2022 y son Raimundo Fernández Villaverde-San Juan de la Cruz, San Juan de la Cruz-Emilio Castelar, Emilio Castelar-Colón, Cólon-Cibeles y Cibeles-Atocha.
En el primer tramo, de Plaza Castilla hasta Raimundo Fernández Villaverde, que discurre entre la franja de bulevar y la vía lateral del paseo, se creará una vía ciclista de dos metros de ancho que discurrirá mayoritariamente entre las alineaciones de arbolado, que se respetará.
Con las obras, el Consistorio eliminará 134 plazas de aparcamiento y modificará el actual aparcamiento en batería por aparcamiento en línea en la mayor parte de los tramos.
Menos coche y más bici
Según los cálculos del Área de Medio Ambiente y Movilidad, el nuevo carril bici de la Castellana permitirá incrementar en hasta 4.000 los viajes diarios en bicicleta en el eje, 3.000 más de los contabilizados actualmente.
Además, estima que habrá un trasvase del coche privado y la moto a la bicicleta de hasta 1.400 viajes diarios para los vehículos cuyo origen y destino esté en el eje de Castellana, lo que implica «una reducción acumulada de más de 1 millón de kilómetros anuales en coche y la disminución de 187 toneladas de dióxido de carbono».
Para incentivar la movilidad de peatones en esta zona, que registra 56.000 desplazamientos de este tipo diarios, el proyecto prevé más de 27.000 metros cuadrados de aumento de superficie peatonal y cinco nuevos pasos de cebra.
También plantea fomentar el transporte público con la construcción de seis kilómetros adicionales de carril bus.
Además, el proyecto supone «importantes mejoras» del esquema de la movilidad del Paseo de la Castellana entre Plaza de Castilla y Raimundo Fernández Villaverde que» mejoran la seguridad de los ciclistas y prioriza la movilidad ciclista», con medidas como la reordenación de la movilidad en la zona de los túneles de Azca.