El Ayuntamiento de Madrid ha decidido instalar candados en las bicicletas de Bicimad, y poner cámaras en sus estaciones para responder al incremento del vandalismo detectado desde el final de toque de queda, el pasado 9 de mayo, y además contratará a 25 nuevos empleados para dar respuesta a la ingente cantidad de bicicletas que entran dañadas en los talleres.
Según indican fuentes municipales, desde el fin del toque de queda y hasta el 27 de junio se sustrajeron 264 vehículos, y en junio se arrancó cada día una media de 350 bicicletas de las bases, que luego “acaban abandonadas en cualquier sitio con grandes desperfectos”.
El vandalismo, sostiene el Ayuntamiento, “se ha incrementado un 107% respecto a 2019, y si se toman como referencia los meses de marzo y abril de este mismo año el repunte es del 82%. Ante esta situación, el Consistorio va a implantar “progresivamente” desde este verano, candados de seguridad en las 3.000 bicicletas de Bicimad.
Cámaras de seguridad y 25 nuevos trabajadores en Bicimad
Asimismo, comenzará el despliegue de cámaras en las 258 estaciones de Bicimad, de modo que a final de año se instalarán en las 50 bases consideradas más problemáticas (repartidas en los distritos de Centro, Salamanca, Chamartín, Chamberí, Retiro y Arganzuela) y se colocarán en el resto a lo largo de 2022.
Por último, la contratación de 25 nuevos trabajadores a través de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) permitirá «acelerar el proceso de reparación de las bicis que presenten daños tras haber sido robadas».
Además, la EMT envió el pasado martes una carta a la delegada del Gobierno, Mercedes González, para solicitar la colaboración de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y frenar la comisión de delitos contra Bicimad.
La EMT está interponiendo denuncias diarias desde el pasado 25 de junio para aquellas bicicletas que desaparecen y no son recuperadas en el día. El coste de compra de cada vehículo asciende a 1.314,93 euros.
