Este primer fin de semana de julio será tristemente recordado por el fallecimiento de dos personas, un joven de 23 años y una niña de 9, ahogadas en las aguas del río Lozoya a su paso por Buitrago y el pantano de San Juan respectivamente.
Dos noticias que no hacen sino poner el foco en la necesidad de extremar la precaución en las zonas de baño de la región, en las que el año pasado hubo que lamentar cinco víctimas mortales.
Seis fallecidos en el pantano de San Juan desde 2007
El pantano de San Juan es uno de los lugares preferidos por los madrileños para refrescarse durante el verano. Sin embargo, y pese a que está autorizado el baño, no se debe olvidar que es una zona en la que es posible encontrar corrientes y en la que el fondo es irregular.
De hecho, desde 2007 e incluida la niña de 9 años cuyo cuerpo ha sido encontrado este domingo, son al menos seis los ahogamientos que se han producido en esta masa de agua: el 4 de agosto de 2007 moría ahogado un hombre de 79 años que había acudido a bañarse al pantano en compañía de su mujer; siete años después, el 23 de julio de 2014, fallecía un hombre mientras nadaba.
El 20 de agosto de 2014 un hombre de 30 años, de origen brasileño, moría ahogado en el pantano y el 19 de julio de 2017 y el 11 de agosto de 2018 también perdían la vida dos varones que habían ido a bañarse a San Juan.
Precaución máxima en los ríos
Si bien no se registró ningún fallecimiento en los ríos de la Comunidad de Madrid durante 2020, también es imprescindible tener siempre presente que se trata de zonas no vigiladas y que cualquier complicación puede resultar fatal.
En el suceso de Buitrago de Lozoya, el joven estaba acompañado por su pareja y su hermana pequeña en unas rocas en la orilla del río, cuando se metió en el agua en una poza con seis metros de profundidad. Al parecer, el accidentado no sabía nadar.
De todos depende que no haya que lamentar más ahogamientos este año en Madrid.