Quizá los más jóvenes no lo recuerdan, pero no hace demasiado que, el mejor plan de verano para los universitarios, era cargarse una mochila al hombro el primer día de vacaciones estivales y, como Marco Polos del siglo XX (o XXI), lanzarse a descubrir el viejo continente con el Interraíl.
Este planazo, que aún existe, propone viajar por 33 países europeos en tren con un pase a precio reducido, ideal para aquellos que aún no han empezado a cotizar. No había nada más cool que regresar a finales de agosto y contar en cuántas capitales y ciudades históricas habíamos estado.
Ahora está claro que las vacaciones, de manera general, son de otra manera, y más después de la pandemia. Sin embargo, este proyecto de conexión europea a través de la línea férrea no tiene por qué ser exclusiva de los estudiantes. O al menos así lo consideran Los Verdes en Alemania, que acaban de proponer una red de trenes nocturnos que conecta 200 ciudades europeas a través de 40 líneas que recorrerían todo el Viejo Continente.
La idea es que estas conexiones estén operativas para el año 2030, incluyendo, por supuesto, una en Madrid. En este sentido, ya ha encontrado rápidamente apoyo en la capital con la adhesión a la propuesta de Rita Maestre, portavoz en el Ayuntamiento de Más Madrid.
Las otras ciudades españolas que formarían parte de esta red ferroviaria serían Barcelona, Málaga, San Sebastián y Valencia, si bien está previsto que los años posteriores se amplíe para “conectar hasta 500 grandes ciudades, centros medianos y regiones de vacaciones en Europa”. Todo ello basado en cinco puntos:
– Ampliar la infraestructura de forma adecuada.
– Adquirir trenes “cómodos y rápidos”.
– Crear una plataforma de reservas “amigable para el cliente con seguridad de conexión”.
– Reducir los precios de las vías del tren.
– Establecer “condiciones de competencia justas entre ferrocarril y avión”.
¿Cambiaremos Barajas por Atocha para irnos a Berlín?
