Otoño en abril, que ya estuvo programada a finales de 2020 en el Teatro María Guerrero, cuenta el eterno e inevitable retorno de unas hijas al nido de su madre, aunque ese hogar no sea un refugio añorado y necesario sino el lugar incómodo del que se huyó, y en el que no es posible ser quien se quiere ser. La obra recupera los mismos personajes de la primera parte del díptico, Verano en diciembre, una familia compuesta por varias generaciones de mujeres que buscan desesperadamente separarse, pero permanecen necesariamente unidas. En los pocos meses que han transcurrido desde la última escena de Verano en diciembre y la primera de Otoño en abril, las protagonistas han evolucionado, al tiempo que lo han hecho los nuevos retos y etapas vitales a las que habrán de enfrentarse, como la experiencia de la maternidad.
En Otoño en abril asistimos a una nueva andadura de los personajes que ya conocemos de Verano en diciembre, y les vemos avanzar por un camino más amargo, mientras damos la bienvenida a nuevas generaciones. Los conflictos y abismos familiares de estas cinco mujeres ansiosas por florecer en una primavera ahogada por la lluvia de abril, explotan con toda su fiereza y belleza. Les tocará dar el paso de ser hija a ser madre, convivir con el abismo generacional y tecnológico, abandonar la protección y aprender a darla, dejar volar, sufrir, amar, reír, perdonar y atacar como en las mejores peores familias.
Carolina África recibió el encargo de escribir una obra para el programa de Dramaturgia Contemporánea del Pavón Teatro Kamikaze cuando estaba embarazada y decidió recuperar los personajes de una de sus obras más personales, Verano en diciembre, donde ya había volcado algunas de sus experiencias vitales. Surgió así Otoño en abril, y de nuevo esa familia de ficción se convirtió en el canal donde hablar de los anhelos, miedos, deseos y frustraciones que supuso para ella la experiencia de la maternidad. Esta obra no es únicamente la continuación de Verano en diciembre (de hecho, pueden disfrutarse de manera completamente independiente), sino que es el resultado creativo de una nueva etapa vital de su autora. El segundo embarazo de su autora y directora hizo que no pudiera subirse a las tablas del María Guerrero para interpretar Otoño en abril, y volver a estar en Madrid, en la Cuarta Pared, será también su regreso a las tablas encarnando a uno de los personajes. Además, se aprovechará este reestreno para realizar la presentación del libro de Otoño en abril, publicado por la editorial Antígona el año pasado, y que la pandemia impidió celebrar.
Otoño en Abril puede disfrutarse en la Sala Cuarta Pared hasta el 26 de febrero.