A pesar de que no pueden acceder a muchos lugares de la capital por las restricciones en materia de emisiones, que su seguridad es menor o que consumen más, los coches de más de 20 años siguen teniendo un papel protagonista en la región y sus ventas han aumentado de manera exponencial en el primer semestre del año.
Tanto es así que, en este periodo, solo en la Comunidad de Madrid se han efectuado 10.847 operaciones de compra de este tipo de vehículos respecto al mismo período del año pasado, un 27,7% más, según datos de MSI para Sumauto, especialista en portales verticales de automoción.
Una cifra que está muy por encima del cómputo nacional, donde las ventas de coches de más de 20 años crecieron un 18% en el primer semestre y uno de cada 10 vendidos en el mercado de ocasión arrastra ya dos décadas a sus espaldas.
El empobrecimiento de la población, la clave
Según indican desde el portal, esta situación se explica «por el empobrecimiento de muchos hogares españoles en un contexto de inflación«. En este sentido, recuerdan que «un usado se sitúa en 17.561 euros de media, según MSI, mientras que uno nuevo se mueve en un promedio de 20.500 euros, según la AEAT».
«Por tanto, no es de extrañar que todavía haya un 16% de coches por nuestras carreteras que se compraron en pesetas«, subrayan, recordando que estos coches ‘mileuristas’ se están convirtiendo en la opción asequible de movilidad sin necesidad de endeudarse, con operaciones que se pagan al contado.
Una situación que va en la dirección opuesta a los objetivos de sostenibilidad, ya que sigue aumentando envejecimiento del parque móvil (la edad media supera los 13 años, más que ningún país en Europa salvo Grecia), se pone en riesgo la seguridad vial (según la DGT, en un vehículo de más diez años ya se triplica el riesgo de lesiones o fallecimiento en accidente), y se contamina mucho más, ya que un coche nuevo emite un 99% menos de partículas respecto a uno de 15 años, según Anfac.
