Octubre de 1988. España camina con paso firme hacia su integración completa en la Unión Europea, el recientemente fallecido Mijaíl Gorbachov es elegido por unanimidad presidente jefe del ya extinto Estado soviético y la icónica Torre Picasso de la capital afronta sus últimos retoques antes de ser inaugurada a finales de ese mismo año. Un mes y un año que son sin embargo históricos por otra circunstancia.
En esa fecha tuvo lugar la primera visita de la historia de un monarca británico a España y, por ende, a Madrid. Un honor que recayó en la reina Isabel II, quien dedicó una semana a visitar nuestra ciudad, además de Barcelona, Sevilla y Mallorca. Se trató de un viaje diplomático, que incluyó, entre otros compromisos, una reunión con el rey Juan Carlos I y otra con el entonces presidente del Gobierno, Felipe González.
Isabel II llegó al aeropuerto de Barajas el día 17 de octubre, donde la esperaban el entonces príncipe de Asturias, Felipe VI, y la infanta Elena, quienes recibieron al pie de la escalerilla a Isabel II y a su marido, Felipe de Edimburgo, y los acompañaron en su traslado hasta el Palacio Real de El Pardo, donde residieron de manera oficial durante sus tres días en Madrid. También en un Palacio Real, el de Madrid, tuvo lugar la cena de gala que ofrecieron los reyes Juan Carlos I y doña Sofía.
También almorzó con el entonces presidente del Gobierno, Felipe González, en La Moncloa, con un menú elaborado por el chef vasco Juan Mari Arzak. En el mencionado recinto de El Pardo, la reina británica ofreció una recepción en la que se dieron cita unas 150 personalidades. Como anécdota, destacar que entre ellas estaba la duquesa de Alba, quien saludó con una reverencia a Isabel II y desmintió el falso mito de que no tenía que postrarse ante ella por ser la persona con más títulos nobiliarios del mundo.
También allí, se refirió al conflicto de Gibraltar como el «único problema que queda entre nosotros» y, junto con el Rey Juan Carlos I, hicieron guiños para acabar con siglos de rivalidad por El Peñón. Muy significativa fue asimismo su visita a El Escorial, lugar en el que vivió Felipe II, el rey español que 400 años antes había intentado conquistar las Islas Británicas.
El viaje se completó con actos en la Zarzuela, el Museo del Prado, la plaza de la Lealtad, el Museo Municipal de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid y el Congreso de los Diputados, donde se dirigió a los presentes.
A continuación voló a la Ciudad Condal para seguir su «tour» por España, pero no sin antes dejar un sinfín de imágenes históricas en la capital.
Imagen portada: EFE
