El Ayuntamiento de Valdemoro ha recuperado la celebración de la Feria Barroca, después de dos años de suspensión debido a la pandemia por Covid-19. Del 30 de septiembre al 2 de octubre se desarrollarán acciones teatrales, títeres, cuentacuentos, pasacalles musicales, malabares, equilibrismo, espectáculos de fuego y exposiciones en el marco de un mercadillo compuesto por más de un centenar de puestos de artesanía y gastronomía, principalmente. El propósito de esta cita lúdica es divulgar el hecho histórico que supuso la concesión real en 1603 para organizar encuentros comerciales en la localidad.
Las plazas de la Constitución, del Esparto, de Autos y Nuestra Señora del Rosario, así como las calles Infantas y Doctor La Calle estarán ambientadas al modo del siglo XVII para acoger desde las 17.30 h. del viernes 30 de septiembre hasta las 22.00 h. del domingo 2 de octubre la Feria Barroca, que contará con tenderetes con una gran variedad de productos, entre los que destacan la artesanía, la bisutería, la alimentación y la restauración.
Además, se instalarán talleres de orfebrería, herrería, tarot, alfarería, coronas de flores secas, acuñación de monedas, caligrafía árabe, vidrio pintado, destilación de esencias, cinturones de cuero, garrapiñadas y horno de pan en los que se realizará el trabajo en directo y en algunos casos se mostrarán las herramientas y utensilios que se utilizan para la fabricación de sus piezas.
Teatro, equilibrismo, fuego y música
Uno de los platos fuertes de este viaje en el tiempo, que este año celebra su decimoséptima edición, serán las representaciones teatrales, que correrán a cargo de la compañía La Recua. En total se pondrán en escena 13 acciones itinerantes de los títulos Los meninos de palacio, Visita de la señora marquesa, Los esperpentos y El viejo celoso. Pícaros, grotescos aristócratas, nobles decrépitos y personajes de entremés cervantino interactuarán con el público a la vez que interpretan cómicas tramas de enredo en torno a curaciones milagrosas, matasanos, impuestos, moralidad o maridos suspicaces.
Seres mitológicos, Los hechiceros, Bufones y saltimbanquis, Los desafortunados y Los saltimbanquis son las funciones con telas aéreas y números de equilibrismo con las que la compañía Bambolea llenará de color, humor, fantasía, magia y arte circense estas jornadas festivas para revivir el barroco que dejarán boquiabierto al público de cualquier edad. Con el sello de Bambolea, tendrán lugar los no menos asombrosos y fascinantes espectáculos de fuego y pirotecnia denominados Inframundo, Ritual de fuego y Ávalon, en los que este elemento purificador iluminará la noche y ahuyentará a los malos espíritus y a los seres sobrenaturales.
La música, por cuenta del grupo Gálata, es uno de los principales atractivos en esta cita lúdica, cultural e histórica. Además de la docena de pasacalles que animarán el mercado del viernes al domingo, la noche del sábado, los siete componentes de Gálata ofrecerán un concierto estelar en la plaza de la Constitución con un repertorio variado (cantigas, tourdines, allemandes…) interpretado con instrumentos de época como la zanfona, gaita, dulzaína o flauta y recitarán el conjuro de la queimada que el público podrá degustar posteriormente. Por otro lado, la iglesia parroquial Nuestra Señora de la Asunción será el escenario de la actuación de la Coral Villa de Valdemoro (viernes) y del Coro Voces de Valdemoro (sábado).
Rincón infantil, malabares y ajedrez, en la explanada de la iglesia
El público infantil dispondrá de su propio rincón en la explanada de la iglesia parroquial Nuestra Señora de la Asunción, en el que niños y niñas podrán participar en juegos tradicionales como la rana, canicas, tres en raya, construcciones, la pesca, mete la bola, entre otras divertidas propuestas. Además se instalará un carrusel de sillas voladoras, una noria impulsada a mano y una fortificación de camas elásticas.
En este mismo lugar, se han programado cada día dos sesiones matinales y tres vespertinas de títeres y cuentacuentos, que correrán a cargo de la compañía Amalurra, en la que la protagonista, Eulalia, es una dulce hada que por las noches se convierte en una bruja que cuenta historias increíbles, invoca hechizos y quema en su olla mágica las cosas dañinas.
En la explanada de la iglesia también estará situado el rincón del ajedrez y el de los malabares. En el primero, el club local Cristo de la Salud propondrá partidas libres y clases de iniciación y, en el segundo, la compañía Entre sueños impartirá talleres en los que se adentrará a los participantes en los secretos para manejar pañuelos, platos chinos, pelotas y diábolos.
Efectos especiales y armas, en las plazas del Esparto y Rosario
Quienes quieran conocer cómo se llevaban a cabo los efectos especiales en el teatro del Siglo del Oro podrán acudir a la plaza del Esparto para admirar la rudimentaria y singular maquinaria que, con la manipulación del hombre, permitía imitar sonidos de fenómenos atmosféricos como viento, lluvIa, truenos, tormenta, oleaje e incluso un terremoto.
Por otro lado, en la plaza Nuestra Señora del Rosario se exhibirán piezas de artillería y armamento de esa época tanto de tierra como de barcos, como cañones y bombardas, que se dispararán con petardos especiales. También se mostrarán espadas, floretes, sables y otras armas de fuego.
El Privilegio de Feria de 1603, en el origen de la celebración
La celebración de la Feria Barroca cumple con el doble propósito de conmemorar el momento en el que el rey Felipe III otorga a Valdemoro el Privilegio de Feria y de recordar a los vecinos y vecinas, a través de propuestas lúdicas y festivas, el pasado histórico de la localidad.
A comienzos del siglo XVII la villa de Valdemoro fue vendida al Duque de Lerma, valido de Felipe III. Durante la época en que fue parte de su patrimonio, alcanzó una considerable importancia, se impulsó la economía e incluso fue parada obligatoria de la comitiva real a su paso hacia el palacio de Aranjuez. En 1603 el monarca Felipe III atendiendo las peticiones de su valido, otorga a Valdemoro la facultad de celebrar un mercado. Es lo que se conoce como Privilegio de Feria.
A raíz de esta concesión, Valdemoro organizó reputados mercados que se convirtieron en punto de encuentro para los mercaderes de la comarca. La gran afluencia de lugareños y forasteros a estas citas fue determinante para la acometida de importantes cambios urbanísticos como la ampliación de la plaza o la construcción de la Fuente de la Villa, uno de los edificios emblemáticos que podrán admirar quienes participen en las visitas guiadas por el casco histórico previstas para el sábado y en la ruta barroca del domingo.