El reconocido científico Rafael Yuste y su equipo avanzan en la constitución del Centro Nacional de Neurotecnología, que se convertirá en referencia internacional en la investigación vinculada a la relación de la neurociencia y la inteligencia artificial.
Este jueves, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha reunido con este grupo de expertos a nivel mundial, en un encuentro de trabajo en la Real Casa de Correos, para poner en común los avances en el desarrollo del programa científico madrileño destinado a Spain Neurotech.
El profesor Yuste, director del Centro de Neurotecnología de la Universidad de Columbia, ha liderado la realización de dicho programa científico junto a José Carmena, profesor de Ingeniería Eléctrica y Neurociencia de la Universidad de California-Berkeley, y Álvaro Pascual-Leone, catedrático de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
Herramientas para analizar el sistema nervioso
El presupuesto total estimado en los próximos 15 años sería superior a los 300 millones de euros, de los que 40 millones provendrían de los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, mientras que la Comunidad de Madrid aportaría 80 durante este periodo, incluido un edificio singular de investigación, situado en una de las mejores zonas de investigación de España, como es el Campus de Cantoblanco en la Universidad Autónoma de Madrid, que resultó el proyecto elegido por el Gobierno central para desarrollar en la capital esta infraestructura.
De resultar finalmente elegida Madrid para albergar esta iniciativa, sería una referencia internacional en la investigación vinculada en la relación de la neurociencia y la inteligencia artificial, campo que está considerado como uno de lo que más recorrido científico tendrá en las próximas décadas. Está previsto que antes de acabar el año se cree el Consorcio para la instalación de este centro, que posicionará a Madrid y a España en la élite mundial de la investigación en neurotecnología.
En Spain Neurotech se investigará el entendimiento del cerebro, el desarrollo de métodos diagnósticos y terapias para enfermedades del sistema nervioso, de reglas éticas y jurídicas necesarias para la aplicación de estas tecnologías y se fomentaría la creación de patentes y empresas de base tecnológica.
Se estima que en este proyecto podría trabajar una plantilla superior a las 250 personas de manera estable, pudiendo llegar con el paso de los años a más de 400, entre las que habrá ingenieros, médicos, psicólogos, juristas, en definitiva, científicos de todas las áreas del saber para realizar un abordaje multidisciplinar.
Fotografías: Comunidad de Madrid