Después de siete películas menores, Antonia San Juan se convirtió en ‘Chica Almodóvar’ en la oscarizada ‘Todo sobre mi madre’ y, así, dio un salto a la fama que la mantiene en altas cuotas de popularidad hasta este mes de febrero de 2023. Momento en el que ha estrenado en el madrileño Teatro Pavón, una obra propia titulada ‘Entrevista con mi hija Mari’, que se mantendrá en cartelera hasta el próximo 18 de marzo.
Como dramaturga y actriz protagonista, junto al actor Yeyo Bayeyo, Antonia San Juan ofrece un espectáculo cómico con reminiscencias cabareteras, que nace como feroz crítica hacia la cultura del “patriarcado”, entendida como postura aceptada socialmente. Al mismo tiempo, esconde, o no tanto, una crítica igual de mordaz al consumo televisivo de masas en programas destinados al entretenimiento a través de la divulgación de las miserias más íntimas de la gente “¿normal?”. Algo que viaja desde los magazines diarios o la erróneamente denominada ‘prensa del corazón’, hasta la cruenta exposición de ciertos sucesos que nos remontaría a la historia de los medios de comunicación en nuestro país en los años 90.
El estilo de ‘Entrevista con mi hija Mari’, por su cercanía y sencillez, representa el teatro de barrio, el del lenguaje anacrónico que refleja un pasado reciente; un humor por momentos lúcido y en otros con aroma a rancio, que al mismo tiempo que me divierte y me saca una carcajada, me deja en otras ocasiones frío. Sus giros y ocurrencias inteligentes, sinceras y viscerales, entroncan un guion ‘made in Spain’, con una furia interpretativa llena de carácter y personalidad.
Con un tinte altamente político, San Juan caricaturiza y deforma una realidad, ya deformada de por sí, sobre la igualdad de género, desde el punto de vista de una ama de casa tradicional, que en realidad, no vive la vida de infierno que expone sobre las tablas, al más puro estilo de la televisión noventera. La obra es un viaje entre el humor maravilloso e incontestable de Chiquito de la Calzada, el cabaret, el slapstick y la stand up comedy, que por momentos aterriza en el Teatro del Absurdo de Beckett, Adamov, Ionesco y Genet, con el irreprochable poso del esperpento de Valle Inclán. Quizá ahí, se encuentra su magia, en la transformación de lo sencillo en complejo.
«Qué buena es mi hija Mari»
Mediante el formato de programa testimonial, el personaje protagonista se abre en canal en el sofá del plató. El “casposo” presentador, en una actuación brillante de Bayeyo, como presunto hombre irresistible y con las manos en el piano, escucha el testimonio de la invitada mientras narra sus problemas conyugales y familiares, en un intento de alcanzar la clásica consigna del ‘Rey de la frivolidad’, Andy Warhol: «En el futuro, todo el mundo será famoso durante quince minutos».
Y esto es lo que ofrece la obra, un humor aparentemente sencillo, que no lo es; una frivolidad, que nos aplasta en la vida real y que aquí es el Mcguffin perfecto para el desarrollo de la trama, y una mujer misándrica perdida, que no habla con su marido “desde hace más de 20 años”. Una irónica, cómica y política prosopopeya que se adentra en el ambiente del Madrid más multicultural, el de Lavapiés, La Latina y el Rastro.
La sala principal del Teatro Pavón nos ofrece esta obra entre el 2 de febrero y el 18 de marzo, de jueves a sábado a las 21.30 horas, con una duración de 1 hora y 20 minutos. Las entradas en platea tienen un precio de 22 euros y en anfiteatro y palcos de 19.
Ficha artística
- Dramaturgia y dirección: Antonia San Juan
- Reparto: Antonia San Juan y Yeyo Bayeyo
- Ayudante de dirección: Vanessa Tejero
- Diseño cartel: Jau Fornés
- Foto cartel: Juan Macarro
- Ilustración: Pedro Fernández
- Vestuario: Antonia San Juan
- Escenógrafo: Antonia San Juan
- Composición musical: Ismael Merino
- Jefe técnico: Sergio Brusquetas
- Regiduría: Santiago Almeida
- Producción Ejecutiva: Diego Lorenzo González
- Distribuidor nacional: MEJOR HABLAR SL
- Co-distribuidor en Canarias y Península: ALMA PRODUCCIONES
Fotografías / Teatro Pavón