La San Silvestre Vallecana 2024 se alza, una vez más, como el ritual perfecto para despedir el año corriendo al compás de la ciudad que nunca duerme. Entre luces navideñas y el eco de miles de pasos, esta emblemática carrera transforma las calles de Madrid en un escenario de fiesta y deporte. Este año, el regreso de Chema Martínez, leyenda viva del atletismo español, añade un brillo especial al evento. Doce años después de su última participación, Chema vuelve para recorrer su ciudad como si el asfalto le cantara al oído recuerdos de gloria y superación. Para él, la San Silvestre no es solo una carrera; es un abrazo colectivo, una danza que une corazones al ritmo del esfuerzo compartido.
Chema Martínez es mucho más que un atleta: es un contador de historias tejidas con kilómetros de sudor y esfuerzo. Desde aquel oro europeo en Múnich 2002 hasta sus locuras entre volcanes y desiertos, su vida está impregnada de pasión y desafío. Pero su mayor logro no se mide en medallas, sino en almas inspiradas. A través de su voz en los medios, sus libros y su ejemplo en cada línea de salida, Chema invita a todos a dar el primer paso hacia una vida más plena. Su retorno a la San Silvestre 2024 no solo celebra el deporte, sino el profundo vínculo entre el atleta y su ciudad, entre el esfuerzo y el alma. Porque en cada zancada, Chema no solo corre; deja huella.
¿Cómo crees que eventos populares, como la San Silvestre Vallecana, han ayudado a consolidar el mundo del running?
Es una de las grandes culpables de que la gente se inicie, porque se convierte en un objetivo, en una experiencia, en algo más. Gente a la que nunca se le hubiera ocurrido correr, gracias a carreras como la San Silvestre dan el primer paso hacia ese mundo de la salud, de lo físico. De llevar estos hábitos saludables que son maravillosos, así es como hay que vivir.
Entrenas en Las Rozas y aparte de la San Silvestre Vallecana has participado en otras como la de Galapagar. ¿Qué salud tiene este deporte en la Comunidad de Madrid?
Goza de buenísima salud. Yo no sé el número exacto de carreras pero hoy en día se ha convertido en algo cotidiano y habitual. Ya forma parte del mobiliario de cada ciudad y al final, yo que vengo de los inicios, antes éramos cuatro gatos los que salíamos a correr, y ahora puedes encontrar carreras con 10.000 personas por las calles de Madrid y en cualquier otra ciudad. En Las Rozas también supera las 3.000 personas. Estas pequeñas competiciones son buenas excusas para que la gente haga deporte y se conviertan también en actos sociales. Están muy implantadas dentro de nuestro a día a día.
«La San Silvestre Vallecana es una de las carreras más especiales que he corrido en toda mi vida»
Este año regresas a la San Silvestre Vallecana…
Sí. Doce años después vuelvo a participar y lo cierto es que tengo muchísimas ganas. Para mí es una de las carreras más especiales que he corrido en toda mi carrera deportiva, por la calles de mi ciudad, que es un auténtico lujo. Tener la gran suerte, la fortuna de haberla ganado para mí es suficiente para volver una vez más y despedir el año de la mejor forma posible. Con una tradición, que es corriendo, y junto a miles de madrileños que nos damos cita ese día. Y no solo en Madrid, sino en muchísimas partes de España y del mundo.
Cómo recuerdas el Oro en el Campeonato de Europa de Múnich en los 10.000 metros. ¿Ha sido el momento más gratificante de tu trayectoria como atleta profesional?
No. He tenido la gran suerte de lograr grandes recompensas a lo largo de mi carrera deportiva. Se me ocurre ahora mismo mi última participación en la San Silvestre Vallecana, que no quedé primero ni segundo, sino noveno, que hice 50 metros andando y la gente gritaba mi nombre. Eso es mucho más importante a nivel emocional y de experiencia que cualquier otra victoria. En el año 2002 cuando consigo ser campeón de Europa para mí, indudablemente es un punto de inflexión, que me dejó marcado para seguir entrenando más y volver a conseguir triunfos como ese.
«Incitar a la gente a hacer deporte es una de las pequeñas cosas que he podido hacer y de las que me siento más orgulloso»
¿Qué papel juega el running en tu vida más allá de lo profesional? ¿Sigue motivándote correr?
Mi vida no sería lo mismo sin el running, no puedo vivir sin él. Corro todos los días y no puedo pasar mucho tiempo sin hacerlo. Es una parte de mi vida y lo necesito. No puedo imaginar mi vida sin correr cada día.
¿Cómo se mantiene ese estado de forma tanto tiempo y sin lesiones?
Bueno, lesiones aparecen, y más en los últimos años. Al final hago todo lo que está en mi mano para cuidarme lo máximo posible. Con descansos, adaptación, alimentación, hacer ejercicio continuamente… Hago un entrenamiento invisible también para cuidarme y poder seguir haciendo lo que me gusta. Las lesiones producen parones en los que estás muy preocupado por recuperarte cuanto antes para llevar la vida que llevo habitualmente. Las lesiones producen esos momentos de bajón que hay que superar y si no los pasas, dejas de ser un deportista y de ganar medallas. Las lesiones son parte del camino.
«Sigo buscando nuevos retos que me hagan superarme cada día»
¿En qué proyectos estás trabajando actualmente relacionados con el atletismo o el deporte en general?
Al final mi vida gira en torno al deporte. A través de los medios de comunicación, donde sigo trabajando los lunes en el Partidazo de Cope, con la sección de kilómetro 42; a nivel de conferencias, que me han llevado a darlas en todas las grandes compañías… Son de diferente índole, a nivel de motivación, liderazgo, marcarse objetivos, cómo superar obstáculos; cómo superar el miedo a ganar… Diferentes temáticas. Toda mi experiencia de vida la llevo a las conferencias. Además, el último libro que escribí es ya el 5º que hago. Después estoy también con proyectos con la comunidad de corredores populares, que ya somos más de 30.000 aquí en Madrid.
Y, a nivel personal, buscando nuevos retos que me hagan superarme cada día. He estado recientemente en Costa Rica, donde he corrido entre volcanes; estuve corriendo en las Azores y para el año que viene, siempre busco objetivos que me hagan salir un poco de lo que hago habitualmente. Nuevos retos y nuevos desafíos.
¿Qué nos puedes contar sobre tu último libro?
Se llama R-ev,olución y va un poquito de dejar de ser un deportista de alto nivel y cómo se acaba convirtiendo en un juego. He estado también estudiando Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, he hecho un máster de Dirección de Eventos Deportivos… Todo gira en torno al deporte y a todas las experiencias que he tenido durante 18 años de alto nivel. Se han quedado ahí y me han servido de impulso y de catapulta para continuar con mi vida. Cómo he evolucionado, cómo he salido y cómo he pasado esa barrera de ser deportista a ser una persona normal. Esa adaptación y transformación me ha hecho ser cómo soy. En definitiva, cómo soy como persona fruto de mis experiencias y mi vinculación con el deporte.
«Tengo la gran suerte de correr en lugares increíbles al alcance de muy pocas personas»
Correr entre volcanes ha tenido que ser espectacular…
Sí. Tengo la gran suerte de que todos los sitios a los que voy me permiten disfrutar de lugares increíbles, al alcance de pocas personas. He estado corriendo ahora en Turrialba e Irazú, que son dos de los volcanes más altos de Costa Rica, de más de 3.000 metros y bueno, también recorriendo las Azores, de isla a isla en carreras por etapas, que me permiten disfrutar de parajes increíbles. En enero creo que iré a México… Como saben que me gustan los retos difíciles me llaman de muchos países y lugares para que vaya allí a conocerlos.
Por lo que me cuentas, tienes muchos retos para este 2025…
Eso espero. Me encanta y para mi supone la mejor de las motivaciones, esos objetivos que te motivan cada día para seguir trabajando y afrontar la vida de la misma forma que lo hacía cuando era deportista de élite.
¿Qué mensaje le darías a las nuevas generaciones a la hora de adoptar un estilo de vida activo?
Lo que he aprendido es sobre todo que el deporte sólo aporta cosas buenas y además nos hace mejores personas. Que lo prueben, que experimenten, que sientan emociones como te las da el deporte. Y más allá de probar otro tipo de estímulos que te hacen sentir bien, creo que la práctica deportiva y el esfuerzo ya son una satisfacción en sí mismas. La voluntad, la disciplina y el esfuerzo te ayudan a ser mejor persona. Así que, que se animen porque hacer deporte les va a convertir en mejores personas.
¿Cuál ha sido el mayor desafío que has enfrentado en tu carrera como corredor?
Siempre pienso que el mayor desafío es el que está por llegar, pero tengo que decirte que he corrido en la Antártida a -28 ºC, en el desierto más alto que es el de Atacama, en el Gobi, en la jungla, entre volcanes…He corrido 100 millas, 160 kilómetros… He hecho carreras muy duras, complicadas, pero al final sigo pensando que el mayor reto es el que está por llegar.
Impresiona el tema de correr en la Antártida, complicado respirar…
Sí… sobre todo llegar (risas). Lo más complicado en la Antártida es llegar. Solo el viaje ya supone tres días, el barco… cruzar el Cabo de Hornos no es tarea fácil y es otra de las muchas locuras que he llegado a hacer. Corres con -28 ºC y sensación de -35 ºC. Es complicado respirar, pero sólo tienes que ir un poquito más rápido corriendo y ya está.
¿Qué legado te gustaría dejar en el mundo del atletismo?
De las cosas más bonitas que me han pasado es que mucha gentes se está iniciando en el mundo de las carreras gracias a mí, que he podido influir de manera positiva en ese hecho de dar el primer paso. Eso es maravilloso. Incitar a la gente a hacer deporte es una de las pequeñas cosas que he podido hacer y de las que me siento más orgulloso.