Cuando faltan poco menos de dos meses para que termine 2023, todavía son muchos los propietarios de vehículos «contaminantes» (aquellos sin etiqueta) que se preguntan qué será de ello si, esta vez de verdad, las localidades españolas con más de 50.000 habitantes tienen que haber implementado zonas de bajas emisiones y restricciones a la circulación.
Hasta el momento solo una veintena de municipios, incluyendo Madrid y Barcelona, han cumplido con esta normativa en todo el país. Ante la inactividad de los ayuntamientos, la DGT y el Ministerio del Interior ya han subrayado que garantizarán el cumplimiento el próximo año.
En 2023, alrededor de 150 municipios españoles con más de 50.000 habitantes deberán establecer y activar sus zonas de bajas emisiones. En la Comunidad de Madrid serían un total de 23 ciudades y pueblos, las áreas afectadas por la próxima entrada en vigor de esta norma. Algunos municipios, como Madrid y Rivas-Vaciamadrid, ya han implementado medidas, como restricciones cerca de centros escolares.
Y el resto de municipios que tendrán que hacerlo a partir del 1 de enero son Parla, Fuenlabrada, Alcobendas, Getafe, Alcorcón, Alcalá de Henares, Boadilla del Monte, Coslada, Leganés, Arganda del Rey, Aranjuez, Colmenar Viejo, Collado Villalba, Majadahonda, Móstoles, Pinto, Pozuelo de Alarcón, Las Rozas de Madrid, Torrejón de Ardoz, Valdemoro y San Sebastián de los Reyes.
¿Quién no podrá circular por estos municipios?
En específico, la prohibición de circular en ciertas zonas afectaría a vehículos sin las etiquetas B, C, ECO y Cero Emisiones. La medida impactaría significativamente en la Comunidad de Madrid, donde muchos vehículos antiguos podrían quedar excluidos. Se estima que aproximadamente 1,2 millones de coches, más de un 30% del total, no podrían acceder a dichas áreas.