En pleno centro del barrio de Malasaña, oculto del ajetreo diario que circula por las calles de Madrid, dentro del Museo del Romanticismo, se encuentra uno de los lugares más apacibles y con encanto de la capital española. Se trata del Café del Jardín, un sitio que mezcla un interiorismo basado en la corriente vintage inspirada en el romanticismo francés.
Además de su amplia variedad de tés y cafés, ofrece exquisitas tartas y bollería casera con la que comenzar el día, almorzar, o merendar. Los más glamourosos pueden despedir el día acompañados de un champagne o escoger uno de sus selectos vinos para saborear la última copa del día.
Muchos califican a este café como un oasis en el Museo del Romanticismo, uno de esos museos que te dejarán un buen sabor de boca, con una construcción en forma de palacio llevada a cabo en el siglo XVIII, creada por Benigno de la Vega-Inclán y Flaquer (1858-1942), por donación del Estado en 1921. Su inauguración fue en 1924 y en él se han depositado grandes obras pictóricas de Alenza y objetos de gran valor de literatos como José de Larra, José de Zorrilla o Juan Ramón Jiménez. Por él han pasado otras personalidades como José Ortega y Gasset o el Marqués de Lozoya. Incluso Rafael Alberti llegó a dirigir el que está considerado como uno de los grandes museos que te dejarán con un buen sabor de boca si visitas Madrid.
El Museo del Romanticismo se cerró durante ocho años 2001-2009 para su remodelación. Tras su nueva apertura de puertas y con el Café del Jardín por bandera, ahora es el centro de tertulias animadas de arte y literatura o talleres de fotografía.
El espacio está concebido para pasar un buen rato sin necesidad de visitar el museo, algo opcional para sus visitantes aunque es más que recomendable un paseo por su interior.
Cuándo: de martes a sábado de 09:30 a 20:30, domingo de 10:00 a 15:00.
Dónde: Café del Jardín. Calle San Mateo 13. Metro Tribunal o Alonso Martínez.
Precio: Tés 2,5€ y cafés alrededor de los 2€. Pasteles y tostas alrededor de 3€.