El candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid, José Manuel López Rodrigo, ha llegado al ecuador de la campaña electoral ofreciendo a la ciudadanía «cambio», pero no alternancia -que asocia a gobiernos del PSOE e IU- y con varias propuestas originales sobre el Canal de Isabel II y el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima).
De esta manera, el aspirante de Podemos quiere diferenciarse de los partidos tradicionales de la izquierda, que no han conseguido arrebatar el Gobierno al PP en los últimos 20 años. Este viernes mismo, en la pradera de San Isidro, López señaló que «si hubiera habido una alternativa» sólida al Partido Popular «no nos encontraríamos donde ahora estamos». Y, seguramente, faltó decir, no habría nacido Podemos.
No obstante, José Manuel López siempre ha asegurado que serían «flexibles» para llegar a un acuerdo con el resto de fuerzas políticas, pero siempre sobre «un proyecto de cambio» para poder «echar al PP de las instituciones de Madrid». Además, de todos es conocido su aprecio al candidato socialista, Ángel Gabilondo, aunque marcando las distancias.
De momento, las últimas encuestas atribuyen a Podemos la tercera plaza en la Comunidad de Madrid, a relativa distancia del PSOE y cerca de Ciudadanos, que seguiría teniendo la llave del futuro Gobierno. Por ello, en la segunda parte de la campaña se va a lanzar a pedir a los suyos que convenzan como mínimo a 5 personas para votarle.
El partido de los círculos ha sido la última formación en presentar su programa electoral para la Comunidad de Madrid, concretamente el jueves. Pero López Rodrigo ya había avanzando antes alguno de sus proyectos. El más importante fue el Banco del Agua, con la mala suerte de que lo presentó en el mismo acto en que Pablo Iglesias anunció que Juan Carlos Monedero dejaba los órganos del partido.
Quizá por ello o porque lo considera su idea central, no ha habido ocasión ni mitin en el que el candidato autonómico no haya hablado de un proyecto que utilizaría los beneficios del Canal de Isabel II en financiar proyectos innovadores para pymes y autónomos y así generar empleo.
Otro de sus proyectos estrella es intentar retrotraer al Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) los pisos vendidas a fondos buitre y convertirlo en una institución que ampare a los desahuciados y en una agencia de alquiler. De esa forma, la Comunidad se convertiría en la casera de los madrileños que tengan un piso extra. Eso sí, multaría a las entidades que tengan muchas viviendas y espacios y no las pongan en alquiler.
La gente que se relaciona con José Manuel asegura que no para de ocurrírsele ideas novedosas. Por ejemplo, es el único candidato que aboga por reorganizar el sistema de energía doméstica de los hogares de la región con la instalación de paneles solares e insonororización, algo que, según su programa electoral, daría trabajo a 50.000 personas. También se le ha ocurrido que los médicos puedan recetar ejercicios en los gimnasios municipales.
El aspirante de Podemos dedica en todos sus actos siempre unas palabras, o muchas, a la corrupción. Porque más allá de un problema ético, entiende que también se trata de un problema económico. «Su corrupción es nuestro paro, su corrupción es que no podamos ir a la universidad por las tasas. Nos han robado los bolsillos. Metámonoslo en la cabeza», repite.
López tampoco se cree las promesas de limpieza de PP y PSOE porque «están atados por los bancos y sus intereses». Ha prometido una Ley de Paredes de Cristal y ha reprochado a Cristina Cifuentes que lleve 30 años en su partido «y dice que no se ha enterado de nada» y a Ángel Gabilondo que durante el gobierno socialista en el que participó se indultara al exbanquero Emilio Botín.
En lo que resta de campaña seguiremos viendo a López Rodrigo en Madrid y en varios municipios de la región y especialmente en la capital, de la mano en algunos momentos de la candidata de Ahora Madrid, Manuela Carmena. Y es que a pesar de ser de partidos diferentes, tienen una sintonía que no se está viendo en candidatos de otros partidos.
De todas formas, el reto del candidato madrileño de Podemos es grande, ya que sigue siendo, según las encuestas, bastante desconocido para los ciudadanos, a pesar del apoyo público y presencial recibido en varios momentos por Pablo Iglesias. Un jefe que considera clave para el futuro del partido y su asalto a los cielos de la Moncloa los resultados en Madrid y Valencia.