Madrid Llollo es una nueva aplicación móvil desarrollada en España y pionera en Europa que permite al usuario, a través de su smartphone, solicitar un VALET o agente cualificado que estacionará por él su vehículo en un parking privado y vigilado.
Cuando el usuario lo desee, solo deberá marcar en su móvil, con unos minutos de antelación, el lugar donde quiere que le sea devuelto el vehículo y el VALET se lo entregará. Sus promotores destacan «comodidad y ahorro de tiempo» además «unos precios competitivos» para aparcar por horas, tarifas planas diarias, suscripciones mensuales y soluciones especiales para empresas.
La app, disponible de forma gratuita para los sistemas operativos Android e iOS (versión 8.0 y posteriores) acaba de empezar a funcionar en el céntrico barrio de Salamanca y en la estación de Atocha. Muy pronto, también prestará servicio para parking de larga estancia en el Aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas, y el objetivo es ampliar la cobertura y los horarios para llegar a las zonas más céntricas y problemáticas de la ciudad.
La tecnología desarrollada por Llollo quiere hacer frente a los inconvenientes que para muchos ciudadanos supone estacionar día a día en la capital. De hecho, los madrileños pierden una media de más de 20 minutos tratando de aparcar su coche, según un estudio realizado por IBM1.
Además, han recordado que el estacionamiento motivó el 65,4 por ciento de las multas de tráfico impuestas en la capital española durante los dos primeros meses del año, según cálculos realizados por Llollo a partir de datos del Ayuntamiento de Madrid.
El director de Operaciones de Llollo, Alejandro Vigaray, ha señalado que «intentar aparcar en Madrid suele resultar penoso, frustrante y caro» y que el objetivo de la app «es transformar, a través de la tecnología, la forma en la que la gente hace las cosas».
CÓMO FUNCIONA
El usuario debe seleccionar en la app, antes de dirigirse a su destino, dónde quiere que le recojan el vehículo dentro de la zona en la que se presta el servicio (puede consultarse la cobertura y horarios en la aplicación).
La app asignará al usuario un VALET o agente personal que, vestido con el color corporativo de Llollo, le estará esperando a su llegada; su nombre y fotografía aparecerán en la pantalla del smartphone, para que en todo momento sepa quién le recogerá el coche. Además, recibirá un código de seguridad que deberá coincidir con el que le mostrará el VALET, garantizando así la fiabilidad y seguridad del sistema.
El coste del servicio se cargará directamente en la tarjeta que haya introducido el usuario a través de la app, evitando así la necesidad de llevar efectivo o acudir a puntos de pago. Llollo cuenta con un seguro a todo riesgo (con una cobertura de hasta 1 millón de euros) desde la recogida del vehículo hasta su devolución para hacer frente a cualquier posible incidencia y dispone de un teléfono de atención al cliente durante las horas en las que está vigente el servicio.
Según han explicado, los VALETs son sometidos a numerosos controles y han de superar una semana de formación y una «exhaustiva prueba de conducción para garantizar su fiabilidad e idoneidad». Con el objetivo de controlar y mejorar la calidad del servicio, la app permite al usuario evaluar al agente, puntuando cómo ha sido el servicio de entrega y recogida del coche.
En el barrio de Salamanca, el servicio de llollo tiene un coste por hora de 5,50 euros con un máximo de 15 euros/día, mientras que en la estación de Atocha el usuario puede llegar con su propio coche y las maletas hasta la propia puerta de la terminal, sin necesidad de reservas previas.
El coste del aparcamiento es de 17,50 euros/ día (frente a la tarifa oficial para el parking de la estación que es de 31 euros) y, a partir de 24 horas, de 8,75 euros por fracciones de 12 horas. Existen también suscripciones mensuales que permiten disfrutar del servicio en todas las zonas y de forma ilimitada.
Las empresas contarán además con la posibilidad de contratar abonos mensuales para sus empleados y dispondrán de descuentos especiales, que conseguirán abaratar hasta en un 60 por ciento el coste de aparcamiento para visitas, reuniones, comidas de trabajo y viajes.