Los avances experimentados por las técnicas de diagnóstico por imagen en los últimos años gracias a la aplicación de herramientas informáticas han permitido mejorar la sensibilidad y la especificidad de estas técnicas en el campo cardiovascular entre otros.
Consecuencia directa de estos avances ha sido la mejora importante en la planificación de la estrategia terapéutica de las diferentes patologías. Así, el auge de las nuevas tecnologías ha revolucionado la especialidad de Cirugía Vascular, con mejores resultados, simplificando los procedimientos, reduciendo la tasa de morbi-mortalidad y logrando la aceptación de la población general al garantizar una más rápida recuperación.
Los avances en el campo del diagnóstico comenzaron hace tiempo con la aparición de herramientas como el ecografía-doppler, la angio-tomografía y la angio-resonancia, que han aumentado la capacidad del profesional para hacer un buen diagnóstico y plantear un tratamiento óptimo para el paciente. Además, la mejora en las técnicas angiográficas con arcos portátiles o quirófanos híbridos, dotados de aparatos de Rayos X ha posibilitado el desarrollo de la cirugía endovascular.
En el ámbito terapéutico se ha pasado de tratamientos quirúrgicos de “cirugía abierta” a procedimientos mínimamente invasivos para el tratamiento de patologías que antes precisaban campos quirúrgicos extensos y post-operatorios muchas veces complicados. Esto es la cirugía endovascular. Para que estos tratamientos sean factibles ha sido imprescindible la creación y el diseño de herramientas apropiadas, como los “stents” y las “endoprótesis”, y de los sistema de transporte y liberación de dichas prótesis en las zonas enfermas, ya sea por estenosis-oclusión o porque la arteria se ha dilatado y formado un aneurisma.
Ahora somos capaces de corregir un aneurisma de aorta transportando una endoprótesis plegada en un cilindro transportador desde la ingle hasta la aorta abdominal o torácica y corregir los aneurismas de dicho sector.
En la actualidad, también se están utilizando endoprótesis con ramas para la corrección de aneurismas de aorta que abarcan las arterias digestivas y renales con éxito notable. Aunque todavía son intervenciones muy largas en las que se utilizan dosis cuantiosas de medios de contraste con riesgo de toxicidad renal. Con la introducción de navegadores en dichos procedimientos y la mejora progresiva de los materiales de implante se conseguirá acortar tiempos de intervención y limitar las dosis de contraste.
Como siempre en medicina, el análisis de los resultados es necesario e imprescindible para el avance y corrección, tanto de la técnica como de las endoprótesis y materiales empleados. Ello nos conduce a la creación de protocolos de trabajo y de desarrollo de nuevos productos y a la búsqueda de soluciones para los problemas que van surgiendo de estas cirugías.
Toda esta evolución tecnológica tiene un coste importante pero los beneficios para los pacientes son muy importantes al ser resolutivos con menos agresión quirúrgica y con una más pronta recuperación.
También en el ámbito venoso ha habido avances que nos han llevado a una mejor comprensión de la enfermedad varicosa y a tratamientos más resolutivos y menos invasivos.
Las varices en las extremidades inferiores causan molestias que van desde lo meramente estético a problemas de hinchazón, úlceras y flebitis.
Los tratamientos de las varices han evolucionado tanto que la operación clásica de varices se puede evitar con técnicas de esclerosis, inyectando una microespuma o quemando la variz con láser o radiofrecuencia, procedimientos menos agresivos, alguno de los cuales evita el uso de anestesia o la necesidad de heridas quirúrgicas y permiten hacer una vida dentro de la normalidad con un mínimo tiempo de recuperación. Con estas técnicas menos traumáticas se obtiene un buen control de esta enfermedad varicosa y con un mejor resultado cosmético.